En los primeros diez meses del año se han producido 107 nuevas infecciones en la región Los heterosexuales con prácticas de riesgo tardan cada vez más en hacerse la prueba del VIH
El sida golpea de nuevo con fuerza al colectivo homosexual, al que el coordinador de Xente Gai Astur (Xega), Tino Brugos, instó ayer a mantenerse «en guardia». Brugos reconoció que «hay que buscar llamadas de atención más contundentes» a la luz de los últimos datos sobre la evolución del VIH en Asturias, unas cifras que revelan, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el sida, que «se está configurando como una infección eminentemente sexual» y que el 77% de las nuevas infecciones se debe a prácticas de riesgo. En concreto, el 46% se dan entre hombres que tienen sexo sin protección con hombres, y el 31% restante, en parejas heterosexuales que tampoco se protegen.
«Preservativo, preservativo, preservativo» sigue la única fórmula eficaz para atajar la infección, subrayó la directora general de Salud Pública del Principado, Amelia González, que informó de que, entre enero y octubre de 2009, se han diagnosticado en Asturias 107 nuevos casos de infección por VIH, 25 en mujeres y 82 en varones.
González quiso dejar claro de que, a pesar de que los contagios se han estabilizado en la región durante los últimos cinco años, las autoridades sanitarias asturianas «no se resignan a no poder rebajar la tasa de infecciones por millón de habitantes». Porque, a falta de conocer la cifra final de contagios que arroje 2009, durante los dos últimos años se han diagnosticado entre 120 y 170 nuevos casos.
Otra cuestión que inquieta es que estas nuevas infecciones se diagnostican, sobre todo, entre personas jóvenes: en el tramo comprendido entre los 25 y 44 años.
«Bajan, en cambio, las infecciones derivadas del uso de jeringuillas», apuntó González, que precisó que «otra cosa que preocupa mucho es que la estabilización de los datos puede deberse a que la gente tarda cada vez más en acudir a hacerse la prueba».
Ya hay constancia de esta tardanza a la que apuntaba la portavoz sanitaria: «Se ha observado, por ejemplo, un importante deterioro inmunológico en el 34% de los pacientes en el momento de la detección de la infección debida al retraso en el diagnóstico». Y ese deterioro es aún más común entre las parejas heterosexuales, entre las que se eleva al 42%.
Contar con un diagnóstico precoz es vital, porque un tercio de los contagiados no saben que son portadores del virus y, por tanto, pueden contagiar sin saberlo a otras personas. Y es crucial también porque, tras cinco o diez años, cuando el virus se empieza a manifestar, ya se produce una complicación de la inmunodeficiencia grave.
«Puede ser debido a que la gente no tiene consciencia del riesgo cuando tiene una relación sexual no protegida», precisó la directora, que insistió en que, «si se ha tenido una relación sin protección, es importante hacerse la prueba, gratuita y confidencial, cuanto antes».
Lo que ha ocurrido, explicó Tino Brugos -que incidió en que también aumentan la gonorrea y la sífilis-, es que «el VIH ha pasado de ser una enfermedad mortal a considerarse una enfermedad crónica, un mensaje que tiende a rebajar las prevenciones».
Un anuncio en positivo fue que el Principado ha firmado ya con el Ministerio de Sanidad el protocolo para financiar la reparación facial de los 250 afectados de lipodistrofia por el consumo de antiretrovirales, una patología que desfigura la cara merced a una distribución anómala de la grasa. «A partir de este mismo mes», dijo Amelia González, «se empezará a gestionar la lista para una operación que se realizará en centros de Madrid, Galicia y Salamanca».
