Adiós a diez días de cine diferente, independiente. Carpetazo al intenso trajín de proyecciones, entrevistas, exposiciones, conciertos, noctambulismo y hasta baños inesperados en las aguas de San Lorenzo como el que protagonizó una noche el ruso Balabanov. Así es el Festival Internacional de Cine de Gijón y así fue su 47 edición, la que ayer noche dio paso a la 48.
Como cierre, la lectura de un palmarés en medio de una gala muy animada, y una película 'Don't let me drown', una mirada aguda y sin prejuicios sobre el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas de Nueva York, del director Cruz Angeles, que cerró el certamen con algún problema técnico al comienzo rápidamente subsanado. Fue en el Teatro de la Laboral donde la ceremonia, conducida por Dani Mateo, actor y presentador de 'Sé lo que hicistéis', dejó en el público un buen sabor de boca. Testigos de ello, muchos políticos como el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, fiel a esta cita, a quien acompañaron la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez; la viceconsejera de Seguridad, María Teresa Ordiz; la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso; el edil Pedro Sanjurjo y el ex edil Jesús Morales, y la procuradora general del Principado, María Antonia Felgueroso. Pero la presencia de nombres conocidos no se limitó a la cosa pública, también estuvieron actores como Alberto Ferreiro y Daniel Guzmán, músicos como Nacho Vegas, escritores como Juan José Plans, el director de la Escuela de Artes Escénicas, Joaquín Amores; el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios; el director general de la TPA, José Ramón Pérez Ornia, y el presidente de la Obra Social de Cajastur, José Vega, entre otros.
