12/11/2009 J. CUEVAS
Asturias se convertirá el próximo año en la primera comunidad autónoma en elaborar un plan específico contra la adicción al alcohol. Aunque el alcoholismo se ha tratado en varios planes de actuación contra el consumo genérico de drogas, el documento, que es uno de los compromisos para el 2010 incluidos en el Plan de Drogas para Asturias, será el primero que analice todos los perfiles de alcoholismo --para determinar la actuación en cada caso-- y los medios disponibles en la administración para atajar esta adicción y para ayudar a la rehabilitación de quienes sufren sus consecuencias.
El jefe de servicio de la Unidad de coordinación del Plan de drogas para Asturias, José Ramón Hevia, apunta que, antes de plantearse modificaciones legislativas para incrementar la edad mínima para beber alcohol hay que garantizar el cumplimiento de la prohibición actual antes de proponer nuevas restricciones, una opinión que, añade, comparte con el consejero de Salud, Ramón Quirós, y con la directora de Salud Pública, Amelia González.
MAS VIGILANCIA En este sentido, adelanta que el plan tratará de cerrar acuerdos con los ayuntamientos, que son quienes tienen competencia para incrementar la vigilancia en bares de copas o supermercados. Hevia indica que la edad media en la que los jóvenes comienzan a beber todos los fines de semana se sitúa en el Principado entre 14 y 15 años. No es una edad tan precoz como la registrada en otras comunidades pero aún así, confirma que la legislación actual sobre el acceso de los menores al alcohol "no se está cumpliendo en ninguna parte".
El plan potenciará las labores de prevención del alcoholismo a través de la figura del mediador, una persona que recorrerá los lugares de ocio y los centros de trabajo para advertir a la población adulta de los riesgos del consumo de alcohol.
LOS CASOS MAS GRAVES Entre las personas adultas, y fundamentalmente entre los varones, se encuentra el grupo de consumidores más importante. Se calcula que entre 60.000 y 70.000 personas toman al menos 40 gramos de alcohol cada día, una cantidad que aproximadamente equivale a tres combinados o a cinco cañas.
En cuanto a los mecanismos asistenciales para alcohólicos, Hevia reconoce que en el Principado "tenemos más bien pocos". El documento señalará también si es necesario ampliar esta dotación. La solicitud de ayuda no llega hasta la edad adulta y, desde hace 10 años, cada vez se produce más tarde. Si hace una década el alcohólico que demandaba asistencia tenía habitualmente entre 30 y 40 años, hoy el paso no se produce hasta una edad media de entre 39 y 45 años.
El responsable del Plan de drogas en Asturias mostró además su preocupación por el efecto que el alcohol tiene en los casos de policonsumo. El protagonismo se lo lleva aquí el tabaco, puesto que las bebidas incrementan hasta un 80% el hábito de fumar. Según explicó, después del tabaquismo, "el binomio alcohol-cocaína es el que se da con más frecuencia. Se potencian el uno al otro. De alguna manera retrasa los efectos del alcohol y es más lesivo para el cerebro". También abundan los casos de consumo combinado de cannabis y alcohol y, algo menos, de alcohol mezclado con el resto de sustancias estupefacientes.
