Nueve de cada diez jóvenes que consumen drogas dicen conocer y asumir sus riesgos
11.11.09 - R. MUÑIZ | OVIEDO
El Directorio Catequístico aclara que a los siete años los niños entran en la «edad de la razón o la discreción», que ya empiezan a ser conscientes de sus actos y por tanto, pueden celebrar su primera confesión y comunión. Según un trabajo confeccionado por fiscales, policías y sociólogos, en Asturias entre seis y siete años más tarde se encuentra la edad de iniciación en el tabaco, el alcohol y los inhalates. A los 15 años algunos ya amplían su experiencia con tranquilizantes y cannabis.
Así lo determina el informe presentado ayer por Delegación del Gobierno y que radiografía la relación que tienen los menores de 30 años con el alcohol y las drogas.
El documento constata que nueve de cada diez jóvenes consumidores de estupefacientes se consideran «perfectamente o suficientemente informados» de los riesgos que entraña su hábito.
Además, el 69,7 % de los encuestados había consumido alcohol en el último mes; el 27,8 % tabaco; el 18,8 % cannabis; el 3,3 % cocaína y el 0,5 % heroína.
El retrato señala que en materia de drogas, «la juventud rural y la urbana son realidades cada vez más próximas». Sus diecinueve autores matizan que esta imagen «no difiere respecto al resto de comunidades autónomas».
Sin embargo, los consultados dan un paso al frente y proponen a la Admistración acciones para alejar a los menores de la drogadicción. La primera de ellas surge al constar que los chicos ven en el alcohol un acompañante diario y se muestran más dispuestos a experimentar con las sustancias ilegales. Ellas en cambio son más dadas a los tranquilizantes y el tabaco, mientras que las bebidas espirituosas las asocian a una experiencia esporádica. Frente a estas distintas realidades, el grupo de trabajo remarcó la conveniencia de incorporar la perpectiva de género a las campañas de prevención.
Cambiar la norma
El informe también invita a «reflexionar sobre la posibilidad de aumentar la edad permitida para el consumo de alcohol». Precisamente el fiscal antidrogra de Asturias, José Perals, viene desde hace tiempo reclamando que el Principado deje de ser la única comunidad autónoma que permite a sus jóvenes beber a partir de los 16 años. El resto de regiones han elevado ese umbral legal a los 18 años.
Sin embargo, esas propuestas no han sido hasta ahora atendidas por el Principado. El argumento que se esgrime es que el Gobierno no debe «legislar a golpe de titular informativo», por ello se defiende que el debate, donde debe producirse, es en la Junta General.
