Europa

Estoy segura de que, cuando vuelva a Francia, me quedaré dormida días y días, por el cansancio del mes de abril. Últimamente, casi nunca estoy en casa: siempre tengo planes para no perder nada de mi último mes. En el trabajo o en mi tiempo libre, no rechazo nada y voy.

El viernes, fui a una intervención con el grupo de salud en Parque Principado. Era un evento para sensibilizar sobre los peligros de la droga y del alcohol mientras se conduce. Habían patinetes, bicicletas, un coche dando vueltas,... y como no había mucha gente, pudimos probar todo: nos reímos mucho y lo pasamos genial, y era como si no estuviera trabajando.

El domingo fue un día típico de primavera en Asturias. Fui a mi clase de surf por la mañana (mejoré un poco, UN POQUITO): empezamos con el sol para terminar bajo la lluvia y el granizo 🤯 Teníamos planes de ruta por la tarde, y viendo el tiempo, pensamos que sería mejor quedarse en casa y ver una pelí con un pastel casero. Pero sobre las tres, el tiempo cambió totalmente. Entonces, fuimos de excursión con Mateo (que ha vuelto de Polonia para el mes de abril), Alejandro, Carmen y Lena. Empezamos por la visita de Perlora, un pueblo a 20 minutos en coche de Gijón que hace tiempo era un lugar de vacaciones para los mineros y que ahora está totalmente abandonado. Siguen viniendo personas para pasear y disfrutar del sol, pero nadie vive ahí y las casas están abandonadas. Es una pena, pero el sitio es precioso, y lo pasamos genial paseando y jugando con la tirolina en el parque infantil, como niños...

Luego, visitamos Cándas, que está al lado. Las vistas al mar son muy bonitas, y me gustó mucho tomar el aire fresco para terminar este finde.

Al día siguiente, el tiempo era maravilloso en Gijón, con sol y temperaturas más altas que los últimos días. Queríamos hacer surf con Emma, pero unos amigos nos dijeron que las condiciones eran muy malas, con demasiado viento. Así que nada, decidimos disfrutar del buen tiempo. Paseamos por la ciudad, hicimos las tiendas de turistas para comprar unos recuerdos, vimos la puesta del sol desde el Cerro de Santa Catalina, y terminamos en un café muy chulo para comer y tomar algo.

Repetimos el martes por la mañana, para hacer surf. Pero esa vez: no había una ola. Yo estaba muy decepcionada, porque había cogido un día libre sólo para hacer surf... Pero al final, pudimos alquilar una tabla de paddle surf; y lo pasamos genial. Es mucho más fácil que el surf, y me gusta pasear así sobre el mar. El paisaje era maravilloso.

El miércoles, participé de nuevo en una intervención muy chula con el grupo de salud, en la Universidad Laboral. Siempre me impresiona este edificio. Nunca había entrado por el día, sólo una vez por la noche en diciembre. Es increíble estudiar en un lugar como este: en Francia las universidades son muy feas 😅 Lo guay de esa intervención fue que unos Erasmus vinieron al stand: era gracioso mezclar un poco estos dos mundos, el de mi trabajo de voluntaria y el de mi vida de Erasmus durante mi tiempo libre. Me gusta mucho hacer esas intervenciones, es muy gracioso y tenemos un muy buen equipo, con el que siempre me divierto mogollón.

Mañana, ya me voy para mi último viaje... Aún no soy consciente de que ya llega Semana Santa y que en 3 semanas estaré en Francia... Organizamos un road-trip para recorrer el norte de España durante 8 días: tengo muchísimas ganas de marchar y de descubrir todos estos lugares con los que sueño visitar desde hace varios años. Os contaré todo a la vuelta 😍