Mi aventura comenzó el día 1 de Marzo, tan solo dos semanas después de conocer la noticia de que me habían elegido para este proyecto. Dos semanas de nervios, de estrés, de incertidumbre... Dos semanas para dar un paso que sabía, iba a dar lugar a muchos más.
Llegó el día, me embarqué en este viaje, esta aventura que me trae aprendizaje y experiencia. Y es que desde el minuto uno cada cosa que hago es algo nuevo para mí y algo que me ayuda a mejorar, que es la principal razón por la que estoy aquí. Y qué mejor manera de darle un giro a tu vida que irte a otra ciudad, con gente totalmente diferente a ti... Yo solo veo ventajas.
El cambio, mi gran cambio Minsk Mazowiecki. Una ciudad pequeña cerca de Varsovia, pero repleta de gente encantadora con los brazos abiertos para acogernos y hacernos sentir como en casa. Y es que en la primera semana ¡salimos en el periódico!
Mi trabajo aquí se basa en la educación no formal. Nosotros nos encargamos de realizar talleres tanto en guarderías, como institutos. Eventos interculturales, reuniones con familias y adultos abriendo un poco la ciudad al voluntariado europeo.
Tras las dos primeras semanas de adaptación, conocer los centros y a la gente vamos empezando a realizar nuestras propias actividades. Tenemos cada dos sábados talleres interculturales y ya hemos realizado el primero.
Además de nuestros talleres y actividades semanales también sacamos tiempo para nuestras clases de polaco. Y es que aunque el polaco es uno de los idiomas más difíciles del mundo tenemos que intentarlo.
El tiempo aún es frío, pero cada día es más soleado y la primavera está llegando. Por lo que aprovechamos nuestros días libres para conocer un poquito de Varsovia.
Aquí sigo, con la vista puesta en todo lo que está por llegar.
En este mes se prolongo la aventura en Montpellier. He decido dejar el lugar de acogida y volver al punto de partida..
El viernes llegaron las chicas de Galicia, todos voluntarias
europeas en Santiago de Compostela, pensábamos que 2 chicas iban a dormir en mi
piso y dos en el de Vicky. Pero cuando fui a recoger a mis huéspedes...