El Conseyu de la Mocedá exhibe un cartel de más de dos metros en el exterior de su sede, situada en la calle de Manuel Llaneza. La Concejalía de Cooperación Internacional ha hecho lo propio en el edificio de la Gota de Leche. El objetivo de la iniciativa, ahora que Marruecos ha aceptado la vuelta de la activista, es seguir llamando la atención sobre la causa saharaui. «Creemos que el esfuerzo y el ejemplo demostrado por Aminatu ha abierto un camino que debemos aprovechar ahora que el Sáhara vuelve a estar de actualidad internacional. Tenemos la obligación de seguir exigiendo un Sáhara libre», se explica desde el Conseyu. La dominación de Marruecos sobre este territorio norteafricano dura ya más de 30 años, «y el opresor sigue sin hacer caso de los acuerdos de las instituciones internacionales y sin respetar los más básicos derechos humanos».
