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Lo que aprendí en 10 meses en Sicilia-Irene Lombardero desde Italia

Hola, mi nombre es Irene Lombardero, tengo 26 años y soy de Gijón, Asturias, situado al norte de España.
Fui voluntaria en Sicilia, en la provincia de Caltanissetta. Durante 10 meses trabajé en la Asociación "I Girasoli"; los primeros 5 meses en la pequeña ciudad de Caltanissetta y los otros 5 en Riesi, un pueblo cercano.

 

En la asociación empezé a estudiar italiano con las educadoras y con los chicos inmigrantes del centro, hasta que aprendí el idioma, lo cuál fue todo un reto para mí ya que al llegar no sabia nada de italiano, y ahora lo hablo perfectamente con fluidez.
Cuando aprendí el idioma comencé a ayudar con las lecciones a los chicos de la asociación, tanto a niños como a adultos y familias. Mi labor era dar apoyo a las educadoras con las actividades diarias, deberes de la escuela y realizar actividades creativas y de ocio con ellos. 

 

Cuando decidí realizar mi experiencia de voluntariado me encontraba en un punto de vida muy confuso, quería viajar, romper con barreras personales, conocer nuevas culturas y realizar proyectos diferentes a los que estaba acostumbrada en mi ciudad.
Tenía varias opciones, pero siempre quise visitar Italia, tanto por la gastronomía como por su cultura en general. Estaba muy interesada en participar en un proyecto relacionado con inmigración, ya que estaba barajando la posibilidad de enfocar mi futuro profesional en este campo. A día de hoy gracias a este proyecto he salido de dudas y tengo claro que quiero continuar mi vida laboral y mis estudios en el ámbito socio-cultural.
A parte de trabajar en la asociación, en mi tiempo libre aproveché para viajar y conocer la isla. Tube la oportunidad de ir a muchas de las playas en verano y acampar en la naturaleza. Hice nuevos amigos, tanto italianos como de diferentes partes del mundo, a quienes conocí a través de diversas actividades y evaluaciones en Roma, dónde se reunían otros voluntarios en Italia. Allí conocí a personas maravillosas y a día de hoy seguimos en contacto planificando futuros viajes para volver a vernos.

 

  

 

Tube que exponerme a situaciones y romper con hábitos al estar en un nuevo país, y sobre todo en mi caso al estar sola como voluntaria, pero los recuerdos y momentos tan bonitos que tengo allí no los cambiaría por nada.
Visité lugares como Agrigento, Sciacca, Siracusa, Ragusa, Ortigia, Palermo, Catania, Marsala, Mazara del Vallo, Trapani, Modica, Etna y Erice, entre otros.
En la asociación compartí parte de la cultura de mi país de origen como cocinar platos tipicos y música.
Aprendí también mucho de la cultura de los chicos. Intercambiamos ideas, costumbres e historias de cada país, lo cual me abrió una nueva perspectiva de ver las cosas y gracias a ello vivimos momentos inolvidables, nos convertimos en una gran familia.
Realizaba con ellos actividades artísticas en las que participabamos todos, cuando no dabamos lecciones de italiano.
Trabajé en un proyecto personal en el que recopilé todas las fotos que representaban mi experiencia allí y los recuerdos más especiales que teníamos juntos. Con ello hice un álbum a mano con hojas de árbol secas y algunos de mis dibujos. Otra parte de mi proyecto fue decorar el centro con uno de mis cuadros que representaba la hora del té, para recordar uno de los mejores momentos del día en el que nos juntabamos todos.
Cuando tomé la decisión de ser voluntaria tenía muchas dudas e inseguridades sobre mi futuro, y tanto miedo de tomar riesgos. Gracias a esta experiencia, y a la gente con la que la he compartido, he ganado confianza, coraje y decisión. He aprendido tanto de mí misma como de los demás, ha significado un crecimiento personal muy grande.
Se me han abierto muchas puertas. He descubierto la capacidad de hacer lo que te propones si de verdad quieres. La felicidad que me ha dado este periodo de la vida no se puede describir con palabras.
Por ello y por muchos motivos más recomendaría totalmente a los jóvenes del mundo aprovechar esta oportunidad y ganar experiencia.
Claramente tengo pensado volver a Sicilia; este lugar y su gente me han enseñado valiosas lecciones y millones de recuerdos que me llevo conmigo.     

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