El viernes pasado, los Reyes Magos paseaban en cabalgata por toda la ciudad y yo tenía que ver la cabalgata, aunque llovió todo el tiempo.
En Alemania, el día no es tan especial como en España y esto es probablemente porque los niños en Alemania reciben sus regalos el 24 de diciembre y no el 6 de enero.
Tuve suerte de que la cabalgata llegara casi directamente a la puerta de mi casa y sólo tuve que salir brevemente para verla y no llovía en el momento exacto en el que yo estaba fuera. Había mucha más gente en la cabalgata de la que pensaba y los niños gritaban de verdad cuando veían a uno de los reyes. También se tiró mucho confeti y los coches de la cabalgata estaban llenos de confeti y serpentinas.
El viernes por la noche fui a una fiesta en un pueblo cerca de Avilés, y aunque no sabía la mayoría de las canciones porque eran todas en español, fue muy divertido poder bailar un poco otra vez. Al llegar, hubo una pelea entre dos chicos, pero me dijeron que eso es normal y suele ocurrir cuando la gente ha bebido mucho alcohol.
Esta semana tampoco ha pasado mucho más, ya que caí enferma el domingo y me quedé en cama de domingo a martes con fiebre, dolor de cabeza y dolor de garganta. Normalmente, cuando estoy enferma, casi nunca estoy sola y siempre hay alguien que me cuida y me prepara algo de comer o me consigue algún medicamento. Esta vez he tenido que hacerlo todo yo sola y no ha sido tan fácil. El lunes me sentí un poco mejor durante un rato, así que aproveché para ir a una farmacia a comprar medicamentos y, aunque a menudo me faltan las palabras adecuadas en español, conseguí explicar lo que necesitaba.
El miércoles fue el primer grupo de conversación en alemán de este año y disfruté mucho enseñando a la clase algunas tradiciones alemanas de Nochevieja. En general, me gusta mucho el curso de conversación porque la gente del curso habla mucho y habla bien alemán.
Así que no he experimentado mucho esta semana, pero ahora sé que definitivamente quiero empezar a bailar de nuevo y por eso ahora estoy buscando una escuela de baile para poder bailar un poco otra vez.
Este fin de semana me escapé a Francia, después de un mes y medio sin ver a mi familia.
Después de un viaje largo (7 horas de bus y luego 3 horas de coche desde San Sebastián), finalmente llegué a Burdeos el 31 de octubre, justo para celebrar Halloween. Ya sabía que Halloween en Burdeos no era la gran cosa, pero igual me emocioné y decidí disfrazarme de una bola disco!