Hoy es el esperado día.
Después de casi un día de viaje entre bus, aeropuerto y vuelo llegamos a Rumanía, exactamente a Craiova. Cuando llegamos nos estaba esperando Eva, la que era encargada de llevarnos a nuestro correspondiente piso en el cual estaban para recibirnos nuestras compañeras Laura de Toledo y Maëlle de Francia.
En esa misma semana hicimos un montón de planes y conocimos a un montón de gente, a todos los voluntarios y voluntarias de nuestro proyecto, a gente que también estaba de voluntariado en otras organizaciones, gente que estudia aquí e incluso gente que vivía aquí. Al ser las nuevas voluntarias estábamos un poco hartas de presentaciones pero fue muy emocionante e interesante conocer a gente de edades, lugares y culturas diferentes.
El primer sitio que visitamos esa semana fue el "Biergarten" un bar muy bohemio perfecto para tomar algo con tus amigos, el único inconveniente es la música, la ponen muy alta y a veces es complicado escuchar a tu acompañante. Al entrar por la puerta tienes un largo pasillo con unos espejos enormes en los que ya es tradición hacerse fotos y una estantería con mantas por si tienes frío. A mi me gusta mucho, es un sitio muy acogedor y venden una bebida caliente de manzana y canela que si vas, tienes que probarla porque te va a gustar.
En esta ciudad es muy común ver gatos en los negocios, en el Biergarten hay un gato muy amistoso que quiere todo el rato mimos, ya es parte de el Team!!
Nos vamos a Timisoara
Nuestro boss escogió a 5 voluntarias, entre ellas Laura, Esther mi amiga con la cual vine desde España para vivir esta experiencia juntas y yo. Estábamos encargadas de ir a Timisoara con el objetivo de organizar un proyecto con los voluntarios de allí.
Como ya dije nuestra organización de voluntariado estaba en Craiova, y desde Craiova a Timisoara en tren hay 7 horas ida y 7 horas vuelta. Si, parece mucho, pero con buena compañía el viaje se te hace muy ameno.
Según llegamos nos dirigimos a donde sería nuestro alojamiento por esos días, el cual también era el sitio donde trabajaban y vivían los voluntarios. Era un edificio impresionante con teatro, salas de baile, habitaciones, salas de reuniones, una oficina muy bonita y acogedora e incluso con un hotel en la parte de arriba lo cual hizo que nos impresionase aún mas.
Si en algún momento tienes pensado viajar a Timisoara HAZLO y te aconsejo que lo hagas en Navidad, nosotras no tuvimos la suerte de verla con los decorativos y la feria de Navidad pero si tuvimos la suerte de verla nevada y fue genial. Se que son muchas horas en tren pero te aseguro que vale la pena visitarla. Es una ciudad preciosa, llena de color y de gente súper simpática, además de barata, dicho esto os dejo fotos de la ciudad y de lo que comimos en un restaurante vegano del cual no me acuerdo el nombre pero pagamos por bebida, plato principal y postre unos 12€.
Vuelta a Craiova
A la vuelta a Craiova los voluntarios de Timisoara nos acompañaron ya que el proyecto que habíamos organizado juntos se realizaba en nuestra ciudad. En este proyecto juntamos a dos diferentes escuelas de Craiova, ambas de niños de entre 7-15 años y realizamos diferentes actividades y juegos para que interactuasen juntos, ya que una escuela era de niños con discapacidades. Se trataba de que conociesen el respeto y la igualdad pero que sobretodo se lo pasasen bien.
De eso trata nuestro trabajo aquí, ir a escuelas especiales y hacer actividades. Es muy reconfortante verlos sonreír cuando apareces por la puerta de la escuela, son unos niños magníficos y súper cariñosos.
Esta es mi última entrada en el blog. Los nueve meses han pasado muy rápido y aunque ya estoy deseando volver a casa, estoy un poco triste de que ya se haya acabado.
He aprendido mucho en estos nueve meses y he adquirido mucha experiencia. Estoy muy contenta de haber decidido hacer este voluntariado...
¡Hola de Ola!
Los últimos días en España, festival de yoga, ecstatic dance y más...
Me cogí mucho tiempo libre la semana pasada, así que no pude escribir en el blog, pero pude pasar mucho tiempo con mi hermana...