Mi experiencia en el voluntariado empezó con algunos pequeños inconvenientes: De camino a Francia se me cayó el móvil en el baño del mercadona y murió, además, durante las primeras semanas, sobre todo durante los fines de semana estuvo presente el sentimiento de aislamiento social por no poder salir con mis amigos de España. Pese a esto, la experiencia ha sido, hasta ahora, algo inolvidable. El director y los profesores del instituto donde trabajo me recibieron con los brazos abiertos.
El primer mes me invitaron a un viaje a Socoa con los alumnos de 4éme (equivalente a 1º de la eso), en el que nos hablaron de la pesca y aprendimos vela, el deporte náutico durante los 3 días de estancia. Todos los miércoles, el instituto realiza actividades con los alumnos a las que mi compañera de piso, Martyna, y yo, estamos invitadas. Algunas de ellas son: Paintball, ir a jugar a los bolos, hacer rutas de montaña, etc. Durante estos meses, mi compañera y yo visitamos diferentes lugares de Francia como pueden ser: Toulouse, Oloron-sainte Marie, Pau, Saint Jean de luz, Bayonne, Biarritz, etc.
En diciembre tuvimos el seminario inicial en Sommières, situado en Nimes, en el que conocimos a otros voluntarios que hicieron de esta experiencia algo impresionante e inolvidable, y a los que no puedo esperar para verlos otra vez!!
Hacer este voluntariado ha sido la mejor elección que podría haber hecho nunca, no solo por las experiencias, los viajes, la gente maravillosa que he ido conociendo, sino porque estar fuera de casa te hace ver cosas sobre ti mismo que de otra manera no las verías y que definitivamente, te ayuda a crecer como individuo.
À bientôt!!