Europa

Muchas cosas pasaron esta semana, y no sé por cual empezar! Recibimos un nuevo horario modificado con nuevas tareas y empezamos los grupos de conversación de inglés y francés.

Primera novedad : ahora tenemos dos horas de clases privadas de español (en presencial) el miércoles y el viernes, y pienso que es mucho más motivador e interesante que el tiempo que tuvimos cada mañana para aprender español "online". Sentí que me ayudó mucho y ahora es más fácil para mí  hablar español y entender a los nativos (aunque tengo dificultades con la gente que habla rápido o con acento).

Otra cosa nueva en nuestro horario, el martes y el miércoles, Claudia y yo fuimos al IES Vallín (dónde fuimos al taller sobre la historia de las mujeres) para "ayudar" a las profesoras de francés durante las clases, como si fuéramos asistentes de idioma. Las dos profesoras que conocimos eran muy diferentes, el primer día, fuimos a una clase dónde una profesora nos preguntó corregir un ejercicio que los alumnos hacían con un libro, y me di cuenta de que las clases de idiomas aquí son tan aburridas como cuando estaba en el colegio ! Al contrario, la clase de la otra profesora era más viva con más participación oral de los alumnos y no era una clase típica. Me gustó mucho eso, y es muy interesante ver las diferencias entre los sistemas educativos de los países.

El miércoles, en la tarde, empezamos con nuestro primer grupo de conversación en francés. Al principio tenía un poco miedo porque la mayoría de las personas del grupo son mayores, (solo había dos chicas de nuestra generación !) pero se rieron mucho porque jugamos al Qui Suis-je? (Quién Soy?). El jueves tuvimos dos grupos de inglés, un grupo en Zoom en la mañana con personas menos jóvenes (algunos estaban en el grupo de francés) y un grupo presencial en la tarde con muchos inscritos y jóvenes de nuestro edad. El grupo de inglés fue muy divertido porque después hablamos mucho sobre el voluntariado europeo y nuestras aplicaciones favoritas para aprender idiomas.

 ¡ Hasta luego! 

Vistas desde el Cerro de Santa Catalina en Cimadevilla.  

 Por fín conocí al famoso Catlove, el café favorito de las voluntarias en Gijón!