La semana pasada empezó nuestro trabajo como voluntarias y después de dos semanas de "luna de miel", dónde estaba muy entusiasmada por mi nueva vida y asombrada por la ciudad - qué es muy diferente a la mía-, he entrado en la etapa más difícil del "choque cultural", dónde sientes que eres una extranjera y que no todo es fácil cuando vives en otro país. Hay momentos dónde sentí un poco de tristeza y de frustración porque mi nivel de inglés y de español no es tan bueno en comparación con las otras voluntarias que conocí, y a veces es difícil de entender a los españoles.
Hablé bastante de mi vida personal, ahora hablemos de algo más positivo! El lunes recibimos nuestros horarios y conocimos las Escuelas Taller, que son escuelas para jóvenes sin diploma. El martes y el jueves salimos del Conseyu para animar una mesa informativa de salud en la Universidad Laboral y un taller sobre la historia de las mujeres en un IES. Descubrimos otra zona, que no conocíamos, de Gijón y visitamos el edificio de la Universidad Laboral, que es un lugar único : no es sólo una universidad, hay también un cine, un teatro y una oficina de turismo! Pero nada es perfecto, el mismo día los estudiantes hicieron una protesta porque no tienen cafetería dentro de la universidad y tienen que ir a comer en la cafetería de un tanatorio (!) al lado del hospital.
Esta semana hicimos nuestro primer grupo de conversación en inglés en una de las Escuelas Taller y todo fue muy bien, los jóvenes (en mayoría chicos) estaban motivados y fueron respetuosos. Ahora tenemos que preparar los grupos de conversación de francés e inglés que van a empezar la próxima semana, y, no voy a mentir, estoy un poco nerviosa!
¡ Hasta luego !