Europa

¡Hola de nuevo! No puedo creer que este ya es mi tercer mes en Francia, el tiempo se está pasando volando. Este mes no tengo demasiado que contar, me he adaptado a una rutina diaria y no hay muchas novedades.

A partir de abril comenzaré a trabajar de cara al público, recibiendo a los visitantes, en su mayoría gente que viene a hacer senderismo o a hacer un picnic para disfrutar de las bonitas vistas que hay aquí. Como ya he contado antes, vivo y trabajo en un área que es parte del parque natural regional de los Préalpes d'Azur, un sitio protegido por su rica biodiversidad. Lo que tengo que hacer es básicamente comunicarles la importancia de que respeten este lugar y enseñarles las reglas establecidas para preservarlo. La mayoría de estos visitantes son franceses, y por lo tanto, obviamente, hablan francés, así que voy a poner a prueba el francés que he aprendido durante estos meses. Estoy nerviosa porque aún estoy lejos de hablarlo con soltura pero, al mismo tiempo, tengo ganas ya que creo que es una manera muy buena de aprender y mejorar, manteniendo conversaciones reales con gente que no conozco.

Vistas en Courmettes

La verdad es que mi recorrido con el idioma ha estado lleno de altibajos. Antes de venir tenía todas las ganas de aprender francés, era un reto muy atractivo, y me mantuve con esa actitud durante el primer mes, sin embargo no voy a negar que he tenido días malos, en los que no entendía absolutamente nada de lo que me decían y otros en los que simplemente no tenía ganas de intentar pensar en otro idioma. Es cansado traducir todo lo que escuchas durante el día. A pesar de todo, sé que son solo algunos días de bajón porque luego te da un subidón cuando escuchas algo y lo entiendes a la primera o cuando dices algo, con lo que en tu cabeza piensas que es una pronunciación terrible, y todos te entienden y te felicitan. A la larga es un proceso que tiene muchas más cosas positivas que negativas.

Otra novedad es que a partir de este mes ya no tendré más clases de francés, antes eran una vez por semana, así que ¡ya os contaré cómo me va!

Cambiando de tema, este mes fuimos un par de días a visitar el otro centro de A Rocha en Francia, que está en Vallée des Baux, junto al parque natural regional de los Alpilles, a unas 3 horas y media de aquí. En realidad, yo la entrevista la hice para ir a ese centro, pero como ellos se centran más en la conservación y el estudio de las aves y yo soy más de plantas...me recomendaron para una de las plazas que estaban buscando en el centro en el que estoy ahora porque mi perfil encajaba más aquí.

Vallée des Baux

Finalmente las dos vacantes en Vallée des Baux fueron cubiertas por dos chicos, ambos españoles, así que teníamos muchas ganas de conocerlos. Nuestra visita coincidió con el Saint Patrick's Day y salimos esa noche por Arlés, ciudad en la que vivió Van Gogh y que lo inspiró para pintar obras como Noche Estrellada sobre el Ródano y la Casa Amarilla. Sólo estuvimos ahí una noche así que no hubo tiempo de ver mucho, pero me encantaría volver y visitar la ciudad con tiempo. Fuimos a un pub irlandés porque había una "noche de conversación" organizada por la academia en la que estudian francés los dos chicos. Había gente de distintos países queriendo aprender francés, pero también había algún que otro francés queriendo aprender inglés, italiano e incluso español. Hicieron un concurso con preguntas de temática irlandesa y ¡ganamos! El premio fue un diploma que nos felicitaba por obtener el primer puesto, me hubieran gustado más unas buenas cervezas irlandesas, pero lo pasamos genial de todas formas.

Noche por Arlés

Bueno, esta entrada ha sido más corta, espero que el próximo mes tenga más cosas que contar. ¡Hasta pronto!