Europa

Este mes nos ha tocado hacer la cuarentena... ha sido bastante difícil y no por lo síntomas porque casi no los he notado, sino más bien porque eran los últimos días de Marie y hemos tenido que mantener la distancia de seguridad sobre todo porque le tocó retrasar su vuelo y no queríamos que le volviera a pasar. Pero al mismo tiempo he de decir que ha sido una maravilla pasarla en compañía con Alba y Aina porque hemos hecho maratón de películas de Marvel. Días de peli, palomitas y manta. Después, dimos todas negativo y pudimos hacer una bonita despedida, ella nos preparó su receta de creps y después hicimos lo que hemos venido haciendo desde que comenzamos juntas el proyecto, bailar en la cocina. Fue un momento precioso, Alba, Aina y Marie, juntas de la mano, cantando y bailando hasta doler los pies. No solo hemos tenido que despedir a Marie, Sawen ha tenido que dejar el proyecto sin saber si podrá volver. Como ya he mencionado en algún post anterior, no todo es color de rosa. Cada uno lleva su propia mochila encima y lo que a ti te puede parecer increíble puede que a otra persona no le parezca lo mismo. Aunque esto es otro tema, no escribo para hablar de la experiencia de otros, sino de la mía. Y como he ido diciendo, yo también he tenido momentos difíciles, este mes también he tenido que afrontar temas personales, otros días simplemente me siento más decaída o con más estrés. Pero, de estos son de los que saco más provecho para continuar con más claridad después.

Con Alba y Aina en la maratón de Marvel y Equipo Croce Rossa despidiendo a Marie 

Hoy también hemos despedido a Inés y esta misma tarde hemos dado la bienvenida a nuestro nuevo compañero de casa. Como bien me dijo Salomè el otro día, en este proyecto, entre tantísimas cosas, también aprendes a saber decir adiós, porque también acabó este su proyecto Alejandro, se hace difícil sobre todo cuando conectas tan bien y compartes muchos momentos. Además, cuando alguien acaba lo que más te entristece de alguna forma es que aunque sepas que lo verás de nuevo, será diferente y en otro contexto, esta etapa con esa persona se cierra. 

Antes de pasar todos estos días caseros en cuarentena, me fui de aventura en solitario. Visité una zona preciosa de la costa italiana, CinqueTerre. Fue una experiencia increíble, eso sí, pasé mucho frío porque decidí hacer camping con la tienda en pleno enero. Pero mereció la pena... Después, fue hacer ruta subiendo el monte Aneto y el Catria con la asociación de la Palla Rotonda, alucinando de nuevo con el paisaje nevado.

Cinque Terre y Monte Aneo  

También hicimos día de Reyes con un tipo de roscón de reyes que nos prepararon los franceses diciendo que es muy típico ahí comerlo y quién encuentre la figurita de cerámica será quién pague el roscón, sorpresa! No es algo típico solo en Francia. Pero sí que hemos descubierto cómo las costumbres navideñas cambian según qué país, por ejemplo aquí en Italia no hay reyes está la Befana, o los kurdos que celebran la Navidad en febrero.

Día de reyes con Salomè, Ugó y Alba 

Retomamos con ganas las actividades laborales aunque debido a toda esta situación algunos servicios, como el de la residencia de ancianos, están paralizados. Fuimos a visitar Campo Base, la huerta donde trabajan otros voluntarios, fue un momento único porque acaba de nacer un corderito.

La zona de trabajo de los voluntarios de Campo Base 

Con el resto de servicios continuamos y para algunos, como el de cocina, con menos refuerzo. Solemos ir dos, pero la semana pasada me tocó ir sola, aunque he de decir que el guiso de merluza fue todo un éxito. Y con este guisito de flores que me echo, me despido. Hasta el próximo post!