Europa

¿Quién me diría a mí el 31 de enero de 2020 que las próximas campanadas serían en Italia, en Pesaro y con un montón de gente de diversos países? Pues sí, así ha sido y me siento tan agradecida de haber tenido esta oportunidad de pasar el fin de año con todos ellos. Emociones, emociones y más emociones... Este mes ha sido bien completo, la mayoría hemos vuelto unos días a casa por Navidad, pero todos hemos pasado el fin de año juntos. Hicimos más de lo mismo de lo que solemos hacer, una gran cena, bailar, reír... estar juntos. Pero esta vez lo hicimos más especial, nos pusimos elegantes y preparamos una bonita mesa. Somos unos cuantos españoles por aquí, así que hicimos tradición de uvas con todos ya que el resto tampoco hacía nada específico para ese momento. Pusimos las campanadas de televisión española y todos frente a la pantalla comiéndonos las uvas, fue un momento increíble y muy divertido.  La Navidad la pasé en casita, no pensaba hacerlo ya que no todos los años se me presenta una Navidad en Pesaro, pero al alargar mi proyecto me pareció buena idea pasarla con la familia. Me vino muy bien pasar esos días por el pueblo, ver a amigos que hacía mucho que no veía, ponerme al día, comer cosas típicas que echaba en falta y darme cuenta de que pase el tiempo que pase, ahí siempre tendré mi sitio. Antes de ir a casa hice parada en Madrid, qué bonita la ciudad madrileña en estas fechas y además hicimos un reencuentro Alba, Irene y yo, he tenido la gran oportunidad de conocerlas en este proyecto y encontrarnos en nuestro país fue súper emocionante. También fui consciente de por qué tanta gente extranjera le gusta mucho España, la verdad que somos bastante particulares y pintorescos.

Con Alba e Irene en nuestro reencuentro madrileño y con mis sobrinos en la visita Navideña. 

El mes comenzó fuerte, conocí una asociación que hace trecking por toda la región y animé a algunos voluntarios a que vinieran conmigo, hicimos dos rutas preciosas en el mismo fin de semana. Me gustó tanto la experiencia que el último día del año hice otra ruta, esta vez un poco más dura, pero mereció tanto la pena...subimos el monte Nerone y a 1000m de altura el panorama era impresionante.

Con David en una de las primeras rutas y Monte Perone 

Para hacer más mood navideño hicimos un secret santa, hicimos una international dinner en la que cada uno traía un plato típico de su país y pusimos adornos navideños en casa. Es precioso intercambiar tradiciones y descubrir que no todos conocen cosas que dabas por hecho. Esto me recuerda a que en uno de los mentoring de este mes hablamos de la zona de confort, la zona de estiramiento, la zona de pánico y de los paradigmas mentales. Es muy interesante darte cuenta de cómo tenemos estructurado nuestro subconsciente  influenciado por nuestra cultura, cómo puedes desarrollar nuevas destrezas solo con salir de tu zona de confort, enfrentarte a nuevas dificultades... esta es una buena experiencia para todo ello.

International Dinner 

En el trabajo seguimos realizando las mismas actividades pero con mucho más frío, no he pasado tanto frío antes y es por la cantidad de humedad que hay aquí, y quién más lo sufre son las personas que están en situación de calle, por lo que hemos hecho reparto de mantas, guantes, bufandas... En los servicios de cocina hemos intentado hacer comida que caliente el cuerpo así que he aprovechado para hacer cocido. Otro de los días más emocionantes de este mes fue cuando Marie fue a cantar a la residencia de ancianos, ella canta opera, solo su voz ya es emocionante, pero ver a todos ellos cantando "Aleluya" con ella fue increíble. También han sido muy agradables los días de peli y manta que hemos hecho para superar estos fríos días.

Alba y yo en el servicio de Cibo Pertuti. 

Y con un frío frío baño en la playa para seguir la tradición que tienen los pesareses doy la bienvenida al año 2022 y hasta el próximo post.