Europa

El mes de febrero pasó rapidísimo. Lo que más puedo destacar es mi viaje a Colonia y Aquisgrán. Por alguna razón, la penúltima semana del mes tuve 6 días libres seguidos en el trabajo. Normalmente suelo tener 2 o 3 seguidos, por lo que era el momento de hacer un pequeño viaje. Tenía muchas ganas de volver a Colonia porque fue allí donde hice mi Erasmus y me apetecía volver a ver la ciudad y visitar algunos amigos. Problema: justo coincidían esos días con la semana de carnaval. El carnaval en Colonia es como el Oktoberfest de Múnich. La ciudad se para una semana solo para el carnaval. Durante una semana la gente (sobre todo niños y gente más mayor) sale a las calles y cada día a todas horas hay algo en algún lugar de la ciudad. Hay muchísimos desfiles, gente bebiendo en la calle y cantando siempre las mismas canciones.

 

Yo esto ya lo sabía y no me hacía mucha gracia porque no soy muy fan, pero no me quedaba otra que ir entonces. Compré billetes de tren (si los compras con un mes de antelación sale bastante barato) y pasé un día en Aquisgrán en casa de un amigo y un par de días más en Colonia. Fue raro volver a ver la ciudad después de 18 meses. El primer día fue algo duro asumir que mi año allí que tan bien me lo había pasado había terminado. Al segundo comencé el día con más positividad y estuve paseando por los sitios por los que me gustaba estar. Me volví a sentir parte de la ciudad y con mi amigo estuvimos recordando todos aquellos buenos momentos.
Aún así eché de menos la vida que estoy construyendo en Leipzig y cogí el tren otra vez con ganas, pero también contenta de sentir de nuevo que Colonia también es un poco mi casa.