Europa

20.05 - 09.06

Durante ese periodo lo que ha sido más fuera de lo ordinario fue mi viaje a Santiago de Compostela durante el fin de semana.

Santiago es la capital de Galicia y es famosa en el mundo por ser el destino del homónimo peregrinaje: el camino de Santiago. Por ello su atracción más importante es su catedral, meta final del peregrinaje. La vista de la catedral desde fuera es asombrosa siendo imponente y maciza. Justo en frente de la catedral hay una plaza donde vi muchos peregrinos, que supuestamente acababan de llegar. Estaban descansando tirados en el suelo, saboreando por fin ese momento. Ví también muchos peregrinos que tomaron la decisión de recorrer el camino en bicicleta, lo que me ha sorprendido un poco. 

Después entramos en la catedral donde supuestamente se guardan las reliquias de Santiago. La catedral estaba en obras y esto estropeó ligeramente nuestra visita. Aunque así, me gustó aprovechar de su frescura (hacía un día muy cálido) y en particular me encantó ver el botafumeio, un enorme incensario que, según lo que cuenta la leyenda, fue necesario usar durante siglos para luchar contra el mal olor que los peregrinos llevaban con ellos después haber caminado durante tantos kilómetros.

Por la tarde dimos una vuelta por el casco histórico de Santiago con una guía. Nos explicó muchas cosa, sobretodo en lo que se refiere a las tradiciones y supersticiones del pueblo gallego. De hecho, en Galicia hay varias creencias que se pueden definir más o menos "esotéricas". Por ejemplo tiene hincapié la figura de la meiga, es decir una bruja capaz de deshacer el mal de ojo. También hay ritos extravagantes como lo de beber la queimada (una bebida alcohólica) para protegerse contra los espíritus malignos. A lado de estas historias, la guía nos enseñó también detalles de la arquitectura de los edificios de Santiago muy interesantes, en los que nunca nos hubiéramos fijado sin su presencia.

Pasando al tema gastronómico, Galicia es famosa por sus platos a base de pescado, en particular marisco. Probé el plato más famoso de la cocina gallega: "el pulpo a la gallega" y mucho más, como por ejemplo zamburiñas - la concha de las cuales es un símbolo del camino de Santiago - ostras y bacalao. He comido también el postre típico de Santiago, una tarta de almendras que se llama, precisamente, tarta de Santiago y que me gustó mucho.

Tuvimos también buena suerte porque, justo ese fin de semana, se celebraba la fiesta de la ascensión. Para celebrarlas había orquestas que tocaban y otras varias atracciones. Nosotros decidimos montar en la noria y disfrutar la vista de la catedral desde arriba. Concluyendo fue un fin de semana muy prestoso, y soy feliz de haber tenido la oportunidad de visitar otra comunidad autónoma.