Europa

02.04 - 15.04

En estas dos semanas la cosa más relevante fueron los días de evaluación de nuestro voluntariado en Mollina, un pequeño pueblo en Andalucía, aproximadamente a 1 hora de Málaga. Fueron días intensos, aunque menos que aquellos que estuvimos en Canfranc en la formación a la llegada. Hemos hecho muchas actividades que tenían como enfoque la evaluación de nuestra experiencia hasta ahora.

El lugar donde tuvimos la evaluación me pareció una especie de campus. La mayoría de las habitaciones eran compartidas entre dos voluntarios. Éramos casi cien personas procedentes por todos lados de europa y, por supuesto, muchos italianos. Las estructuras que nos han hospedado me han impresionado favorablemente. Además, la comida fue abundante y nada mal.

Durante la velada de bienvenida nos repartieron en grupos de 20-25 personas y conocimos a nuestros formadores. Mi grupo - el amarillo - tuvo buena suerte estando bajo la responsabilidad de Ruth, una mujer que se mostró agradable y atenta, y quiero agradecerla.

El primer día hablamos de los meses pasados. Describimos la primera mitad de nuestro voluntariado y reflexionamos sobre ello. Nos preguntamos nuestro nivel de satisfacción, si las expectativas que teníamos antes de la llegada se hubieran cumplido, y en caso negativo, qué hacer para que esto cambie.

El segundo día desarrollamos el tema del aprendizaje: estilos, estrategias de aprendizaje, etc. También hablamos del "youthpass", es decir el certificado que tendremos que compilar antes de acabar el voluntariado, donde escribiremos exactamente las competencias que hemos adquirido durante nuestra aventura española. Por la tarde dimos una vuelta por Antequera, una pequeña ciudad a una decena de kilómetros de Mollina. Me gustó ver la ciudad, su castillo, sus iglesias, y sus casas blancas.

El tercer día estuvo dedicado al futuro, es decir, hablamos sobre las nuestras motivaciones para los meses que aún nos quedan. Por fin, el viernes, llegó el día de la vuelta a Gijón. Teníamos todo el día libre, ya que nuestro avión despegaba a las 18. Hemos aprovechado para visitar Málaga. Siendo honesto, no visitamos mucho: nos sentamos en un chiringuito en la playa de Málaga y pasamos allí casi cinco horas. Sin lugar a duda, horas muy agradables en buena compañía.