03.09.2018 - 09.09.2018
¡Ay! ¿Por dónde empiezo este blog? Lo mejor, normalmente, es empezar por el principio. Bueno, la semana siempre empieza en el lunes, pero en realidad las cosas interesantes, las cosas que son suficientemente interesantes para poner en mi querido blog, empezaron el viernes, el primer día del fin de semana. El fin de semana, el regalo de dios, en serio.
El viernes, después del trabajo, fui a ver los ciclistas de la vuelta a España. Pero la verdad es que para mí no era tan interesante. Fui con Loïs (a él le encanta el ciclismo, por favor no me preguntéis por qué) y esperamos mucho tiempo para ver locos en sus bicis durante 10 segundos. Vaya. Qué guay. No sé por qué tanta gente estaba esperando, para mí no mereció la pena.
Después de mi viaje a Santiago la semana pasada, pensaba que
no iba a hacer nada especial este finde. Normalmente descanso y aprovecho la
tranquilidad que tengo en Gijón, leo mucho, voy al parque o a la playa etc.
Estaba preparada para no tener nada más que contar que lo de los ciclistas. Pero no es así. Para nada, porque esa noche
hice algo que no es propio de mi pero al mismo tiempo bastante esperado como alemana:
fui al Oktoberfest.
La verdad es que aunque soy alemana, nunca fui al Oktoberfest en Alemania. Lo tenemos en Berlín, pero es más típico el del sur, en Baviera. Me molesta un poco que todo el mundo en España piense que soy una experta en esta fiesta solo porque vengo de Alemania. Es como preguntar a un asturiano si le gusta la paella y si puede bailar flamenco. Cállate, por favor, no me preguntes más. Así me siento, en serio. Pero bueno, mi primer Oktoberfest fue en España, una historia graciosa para contar a mis hijos y nietos algún día. Pero no voy a contar las cosas que hice y en la condición en cual estaba. Normalmente soy una buena chica, no bebo, no fumo, no salgo por la noche mucho, pero las pocas veces que salgo por la noche y que bebo, no acabo para nada. Soy una máquina y la Leila borracha ¡es otra persona! Está loca y no me reconozco a mí misma. Soy como Jekyll y Hyde, si Hyde no fuera un psicópata. Afortunadamente soy una "borracha feliz" y siempre me divierto y hago cosas que no haría sobria (bailar en una mesa por ejemplo). Así que mi primer Oktoberfest fue loco, genial e inolvidable, no importa que estuviera en España y no en Alemania.
Como el viernes fue tan loco, el resto del finde fue tranquilísimo. Descansé y aproveché el piso vacío. Tuvimos una invitada de León en casa y por eso todos estuvieron fuera. Yo no fui porque estaba muerta de la noche. No podía imaginarme hacer nada el resto de mi vida. No estoy acostumbrada de beber tanto...
Para celebrar el día de Asturias quería hacer algo un poco especial sin organizar mucho y sin esfuerzo físico. No quería matar mis piernas otra vez (pienso en el fin de semana cuando fui a las montañas con mi mentora). Afortunadamente Loïs me recomendó un lugar precioso muy cerca de Gijón donde se puede ver toda la ciudad, el mar y las montañas: el Mirador de la Providencia. Fui por la tarde y así "celebré" el día de Asturias. Qué suerte que hacía buen tiempo. No me hubiera sorprendido si hubiera llovido, como es la manera asturiana. Me gustó mucho la vista y estoy muy feliz de conocer Asturias y que estuviera aquí en Gijón y no de vacaciones este día tan importante.
Ya es septiembre, el tiempo todavía está bien y hace sol todos los días, he empezado un libro nuevo: Tiburón. Pensaba que sería una buena idea leerlo en Gijón, una ciudad al lado del mar. ¡Qué mala idea! Nunca más quiero nadar en el mar por miedo a morirme.
Nunca. Jamás. Qué suerte que el verano casi está acabado y no habrá muchos más días de playa... Creedme, no me acercaría al mar para nada.
No pasa nada, como he dicho el verano está prácticamente acabado. Pronto llega el otoño y con el otoño viene la maldita lluvia. Lluvia, la cosa que más odio de todo. Su esperada llegada me vuelve muy triste. Pero me dicen que al final de septiembre siempre hace un buen tiempo que se llama el Veranillo de San Miguel y eso me alegra mucho. Una última despedida del verano...
Esta es mi última entrada en el blog. Los nueve meses han pasado muy rápido y aunque ya estoy deseando volver a casa, estoy un poco triste de que ya se haya acabado.
He aprendido mucho en estos nueve meses y he adquirido mucha experiencia. Estoy muy contenta de haber decidido hacer este voluntariado...
¡Hola de Ola!
Los últimos días en España, festival de yoga, ecstatic dance y más...
Me cogí mucho tiempo libre la semana pasada, así que no pude escribir en el blog, pero pude pasar mucho tiempo con mi hermana...