Dicen que cuando disfrutas el tiempo vuela, es cierto.El círculo que creas en Roma se hace cada vez más fuerte y según pasa el tiempo te das cuenta que echarás de menos a esas personas que has conocido, te han hecho reír, te han sacado una mirada en blanco...
Disfrutas cada momento, recorres cada calle y ciudad que puedes con ellos y sola. Y te das cuenta que si pudieras quedarte, te quedarías pero con otras condiciones.Y llegó el día, te piden que hagas un cálculo, contaste los días que te debían por tiempo trabajado de más y de vacaciones y pusistes fecha final a tu estancia en Roma.
Estabas feliz porque sabías que regresabas a casa pero triste por lo que dejarías.
Mi voluntariado es en el norte de elamania en una escuela para niños especiales, en edades entre 7 y 18 años. Los primeros días estaba un poco confundida a cerca de los trenes que debía tomar para poder ir a la escuela...
Noruega es el país de los cielos infinitos, el verde en los bosques y las postales de retina. Una sociedad atípica, diferente, del compromiso y responsabilidad y la prudencia en...