Europa

23.07.2018 - 29.07.2018

La semana de la formación intermedia. En realidad no tenía muchas ganas de ir. Por algunas razones: Primero, estar con muchos (¡50!) desconocidos siempre es muy estresante para mí. No importa que idioma hablamos. La formación podría ser en Alemania, en alemán con solo alemanes y sin embargo tendría miedo y no tendría ganas. Segundo, la formación estaba en Málaga. El sur del sur de España con un calor que no conocía antes y, si fuera honesta, un calor que no quería conocer.  Pero así es la vida e ¡intenté hacer lo mejor con ello!

Afortunadamente fuimos en avión a Málaga. ¡Qué pesadilla viajar del norte hasta el sur en tren o en autobús! Odio estar en ellos más de cinco horas, por ello el viaje fue perfecto.

La formación fue mejor que lo que pensaba. Aunque había mucha gente, estábamos en pequeños grupos de 15 personas y me sentí mucho más cómoda. Mi objetivo era hablar español sin sentir vergüenza y sin preocuparme por mi vocabulario y mi gramática porque es estúpido tener miedo de hablar como extranjera. Y lo hice, siempre cuando quería decir algo, lo decía. Es normal que no hable perfectamente.  Me divertí bastante y he conocido a gente de todo Europa. En las formaciones el español es el nuevo inglés. Claro, todos hablamos otros idiomas y español es el único idioma que todo el mundo habla como mínimo un poco. Había gente que no habla inglés. Mejor para mí porque así hable mucho español.

El último día mi madre me recogió por la noche y juntas con mi hermana fuimos a Málaga para pasar unos días allí. Lo pasamos muy bien. Me encanta Andalucía y a ellas también. Fuimos a la ciudad y también a la playa, por supuesto. Estuvimos por el día y otra vez por la noche con la luna llena porque estamos locas. Normalmente cuando visito ciudades busco los lugares más famosos para ver y lo organizo todo. Esta vez no hice nada y por eso vi poco de la ciudad, solo la playa y la catedral. Esta vez no me importó tanto porque lo más importante para mí era estar con mi familia, no ver la ciudad.

En realidad me siento muy rara con ellas aquí en España porque hablamos alemán juntas, claro, somos alemanas. Normalmente hablo español o pocas veces ingles pero nunca alemán. Sin embargo nunca he hablado tanto español como en este fin de semana. Es porque ellas tienen muchas preguntas para los camareros y los vendedores en las tiendas y como no hablan nada de español, yo tengo que preguntar todo. Mi madre no puede creer que yo entiendo este idioma tan raro (para ella). Para mí es divertido estar con ellas y hablar con la gente porque ahora español es como un idioma secreto, no entienden nada.

El domingo nos fuimos de Málaga a Toledo y os quedamos unos días en allí porque está más o menos a la mitad del camino hasta Gijón. Toledo me gustó muchísimo, ¡me encantó! Había querido ir hace bastante tiempo pero es difícil viajar allí sin coche. ¡Qué suerte que estuve allí con mi madre y su coche!

¡En esta ciudad dormí en el mejor Airbnb de mi vida! Estuve en un museo o algo aparecido y nos sentimos como invitadas muy importantes. Lo único malo era el tiempo caliente y la ausencia  del aire acondicionado. Pero teníamos muchas ganas de ver la ciudad más en los próximos días.