Europa

El primer mes del año ha comenzado de forma relajada. Has podido pasar todas las navidades con tu familia e amigos incluido los Reyes.

Han sido 15 días cortísimos pero intensos. Días que te han permitido recuperar esas fuerzas que habías perdido.

Pero como ya he mencionado todo lo bueno pasa muy deprisa y la rutina comenzó de nuevo.

Las semanas han ido pasando, unas más rápidas que otras; otras más cansadas; en otra has viajado; y otras has enseñado, no sólo, español sino también italiano.

Este mes podrías decir que no has parado. Por qué lo digo. Porque desde el día 20 no has parado, en especial los findes de semana.

El 20 te retaron a ir a Nápoles. Y lo hiciste, fuiste y viniste en el mismo día. Cogiste el tren super temprano y te presentaste allí para ver Pompeya con un amigo. 

Pensabas que sería más pequeña pero no era así. Estuvisteis desde las 12 hasta pasadas las 16 hrs.

Hacía tiempo que no disfrutabas así. Tenías buena compañía y un arte que siempre te ha emocionado.

Ese día, terminaste super cansada, tanto, que en el regreso te quedaste dormidísima en el tren y cuando abriste los ojos estabas en Termine completamente desorientada.

Al día siguiente, tuviste el "Pranzo di famiglia". Te fuiste con todos los chicos con algunos de los educadores y voluntarios al campo a hacer una barbacoa. Se produjeron escenas de todo tipo.

 Al siguiente fin de semana, un amigo de Madrid vino a visitarte. Hicisteis el loco por las calles de Roma, eso sí, con respeto. Dos días en los cuales apenas descansasteis.

Y ahora a días 30 de enero en lo único que piensas es en la nueva llegada que vendrá de España para quedarse unos meses.