1. Para poder solicitarlo, lo primero que tendremos que hacer es obtener un permiso de residencia (para ciudadanos no comunitarios) y un certificado de registro (para ciudadanos comunitarios). Para conseguir este documento, tendréis que hacerle una visita (bien temprano) a la Administración del Estado (Statsforvaltningen) y entregarles toda la documentación pertinente que pruebe la razón por la que estáis en el país y que disponéis de los fondos necesarios para poder subsistir allí. Vuestra organización coordinadora o de acogida se encargará de proporcionaros estos documentos.
2. Después de una semana o un máximo de 10 días, os llegará la carta con el permiso de residencia y con ella podréis ir a la oficina más cercana del servicio de atención al ciudadano (Borgerservice) en vuestro municipio (Kommune) y solicitar vuestro número CPR. Para ello, aparte de la carta de la Administración del Estado, tendréis que llevar también vuestro contrato de arrendamiento. Desde junio de este año, el proceso se puede hacer en línea, pero como voluntarios europeos, recomiendo ir en persona, pues facilita mucho las cosas. En el caso de la gente que viva en la ciudad de Copenhague, la International House es la que se encarga de hacer este trámite.
3. Después de haber solicitado el número CPR, el cual os entregan en el momento, tendréis que esperar a recibir por correo postal la tarjeta amarilla o de la seguridad social (Sundhedskortet). Dinamarca es uno de los países que carecen de documento nacional de identidad, así que esta tarjeta hace las veces de documento de identificación.
Otro tema importante que también va ligado al número CPR es el NemID. El NemID es un sistema de inicio de sesión común para los sitios web de entidades públicas y bancarias y de algunas compañías. Este se puede solicitar a la vez que el número CPR y después de habernos registrado en el sistema escogiendo un nombre de usuario y contraseña, nos llegará a casa una especie de cartilla con una serie de códigos. Estos códigos son unos números TAN (números de autenticación de transacciones) que tendremos que usar cada vez que queramos iniciar sesión en nuestra banca en línea, reservar un libro en la biblioteca o pedir cita para hacer algún trámite, por ejemplo. Al introducir nuestro nombre de usuario y contraseña, el sistema nos pedirá el código correspondiente a un número de la lista de códigos en nuestra “cartilla”. De esta manera, todo es más seguro y nuestros datos están mejor protegidos.
Para finalizar, una cosa más: Nunca escribáis vuestro número CPR en ninguna comunicación que no esté cifrada. Esto es algo en lo que hacen mucho hincapié cuando llegas aquí, pues se han dado casos de suplantación de identidad.
Espero haberme explicado bien y en el próximo artículo me gustaría hablaros del transporte en Copenhague y la importancia y comodidad de hacerse con una bicicleta.
¡Hasta la próxima!
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