Europa

¡Que estoy aquí! Eso es lo que pienso cada vez que recuerdo cuando leía los blogs del año pasado de Olaya. Y es que, parece mentira que hayan pasado casi 7 meses desde que llegué a Eskola y más de 9 desde que empecé a imaginarme cómo sería mi vida aquí. Y, como ya sospecharéis, ha superado las expectativas, ¡y eso que era difícil! Pero tener la oportunidad de vivir en un país que siempre me había llamado la atención por su clima (¡siii me gusta el invierno!) y por su sistema educativo, viajando y conociendo mundo, haciendo cosas como bañarse en agua helada o ver auroras boreales y, todo ello, viviendo en el pueblito de mis sueños (sólo le faltan montañas y a mí, coche) trabajando en lo que más me gusta, no es algo que se pueda desaprovechar.

Y después de este momento tan intenso ;P, empiezo con el mes de marzo que fue más tranquilito en cuanto a viajes, lo cual me creó un poco de agobio pensando en que el tiempo se agota y me quedan muchos viajes que hacer... Aún así, el viaje que hice incluía otros minis: Andorra con paradas en Tampere y en mi Valladolid que, a pesar de estar solo un día y medio, cundió a tope. En la ciudad de Tampere dormí en la casita/mansión/castillo de mi paisana Elena, que también es voluntaria y donde, además de pasarlo muy bien con jacuzzi bajo las estrellas incluido, me enamoré un poco de la ciudad. Hasta la fecha se ha posicionado en el número uno del ranking de ciudades finlandesas. Volveré sin duda. Y bueno, aunque no viene mucho al caso de mi voluntariado en Finlandia, en Andorra y Pucela lo pasé suuuper geeeeenial :)

A parte, también fui a esquiar (no olvidar especificar downhill skiing porque para ellos el esquiar a secas es el de cross country skiing) a una pista de aquí cerquita, y sí, digo bien, una pista jaja pero suficiente para mí. Y si encima luego hay unas makkara al fuego esperando mucho mejor.

Como el colegio es una pasada en cuanto a proyecto educativo (a grandes rasgos porque ¡claro que tiene fallos!) uno de los días de este mes me fui con los niños del cole (los cinco jeje) a la granja de dos de ellos a unos pocos kilómetros. Y como era de esperar, ¡vaya pasada! Mi vena granjera/agricultora salió (es bastante ancha...ya estoy pensando en mis futuras cabras y zanahorias...) y pasamos un día chachi entre caballos, perros, conejitos y muuuuuchas ovejas con sus corderitos recién nacidos. Tosi ihana! Ya en otra entrada os contaré con más detalle todo sobre el colegio, sus proyectos y el pueblo en sí, que me dicen mis lectores (minun rakas äiti) que va siendo hora.

Y, como ya viene siendo costumbre, terminé el mes reflexionando sobre la idea de no aprovechar bien el tiempo y de no estar haciendo todos los viajes y planes posibles. Pero, volviendo a la inmensa profundidad del principio del blog, ¿es que acaso me va a abandonar alguna vez durante mi vida ese sentimiento de no estrujar todo al máximo? Who knows? De todas formas, aunque sí creo en la suerte, también sé que no todo depende de ella ,así que, ¡Alba chata, si quieres peces, mójate el culo!

"No necesitas suerte, necesitas moverte."