Hola a todos,
Os saludo desde Lituania; aquí todavía hace frío, la naturaleza sigue
muerta y todo parece un poco triste después de aprovechar el sol de Barcelona.
Este será mi último blog, así que voy a contaros cómo fueron los últimos días
de mis prácticas.
La despedida, aunque un poco diferente de lo que habíamos planeado porque
los sitios donde queríamos ir estaban cerrados, resultó muy agradable: hacía
buen tiempo y todos pudimos caminar sin prisa, hablar, reír, y, claro, sacar
bonitas fotos que para siempre serán un recuerdo perfecto de mi tiempo en Gijón
y de las personas tan agradables que conocí allí. ¡Ya les echo de menos a
todos!
El 4 de abril fue mi último día en Asturias. Bueno, mañana, porque mi avión
despegó a las 10 de la mañana, así que tuve que madrugar mucho. Pero aun así la
noche anterior todos fuimos a tomar algo en un bar y como siempre lo pasamos
muy bien, aunque no pudimos estar hasta muy tarde. Al llegar a Barcelona me
encontré con una amiga mía y mi compañera de clase al mismo tiempo que estaba
haciendo sus prácticas en Sevilla. Las dos tuvimos que regresar a casa para
terminar los estudios, así que acordamos pasar unos días en Barcelona antes de llegar
a casa, ya que ninguna de nosotras conocía la ciudad y las dos siempre teníamos
muchas ganas de visitarla.
¡Qué impresión me dejó Barcelona! Estuve completamente asombrada por todo
lo que ofrece la ciudad y por su belleza. ¡Hay tanto que ver! Los tres días que
pasamos allí caminamos muchísimo porque queríamos ver lo más posible. Al final
nos dolieron mucho las piernas, pero el cansancio mereció la pena. Visitamos
los sitios más conocidos de Barcelona, como La Sagrada Familia, las casas de
Gaudí, Las Ramblas, Parc de Montjuïc, los bunkers del Carmel... Los dos últimos
me dejaron la mayor impresión. También nos encontramos con una amiga mía que es
catalana y que conocí cuando estuvo de
Erasmus en Lituania y yo fui su mentora. Desde que regresó a casa no la volví a
ver, pero siempre mantuvimos el contacto y ahora, después de dos años y pico,
¡por fin nos encontramos otra vez! Por lo mucho que me gustó Barcelona espero
volver allí pronto y conocer más sitios bonitos de la ciudad. La vuelta a casa, claro, fue un poco triste: regresamos al frío (5 grados
para ser exacta) y a mucho trabajo que hay que hacer para la universidad. Así
que ahora paso todos los días escribiendo mi trabajo fin del grado y con fiebre
y dolor de garganta (gracias al tiempo lituano). La vida ahora es mucho más
aburrida y estresante, pero hay que superarlo, porque si todo va bien, igual en
verano regresó a Asturias utilizando mi última oportunidad de Erasmus+, así que
¡a lo mejor nos vemos otra vez!
Un abrazo muy fuerte,
Agne