Europa

¡Hola!

Aquí estamos de nuevo, aunque esta vez algo tarde. Diciembre puede que probablemente fuera el mes que más rápido se me haya pasado desde que llegara a Tallinn.

En el trabajo, nos pasamos el tiempo preparando la actuación navideña (en la que tuve que actuar como Baltasar), practicamos villancicos y preparamos juegos para las familias. La fiesta se celebró el día 23 y fue muy divertida. Las actuaciones salieron perfectas, las familias disfrutaron muchísimo y recibimos la visita de Дед Мороз, el Papa Noel ruso, quien trajo un pequeño regalo a cada niño a cambio de que le recitaran un poema. Para culminar, tuvimos una merienda riquísima con las familias con platos típicos rusos.

El día 24 lo pasé con mis amigos en Tallinn, cenando juntos con comida tan variopinta como ensalada de pancakes o sopa con pepinillos y después una pequeña fiesta en otro piso. En cuanto al día de Navidad pasé la comida con mis amigos más cercanos, comiendo una tortilla de patata y las sobras del día anterior, todo muy tranquilo y amigable. La cena sí fue especial. La directora del colegio nos invitó a todos los trabajadores a un carnaval ruso. Llegamos a las 7 al local, todos vestidos muy elegantes y nos recibieron unas muchachas con muy poca ropa dándonos champán. ¡La fiesta fue una auténtica locura! Muchos bailes, un bingo, juegos con jubilados... Sorprendentemente, yo que soy la más joven, era la única que quería volverse a casa después de 6 horas allí...

Después me volví a mi casita para pasar unas pequeñas vacaciones en casa y el día 10 ya estaba de vuelta en Tallinn.

En unos pocos días tendréis la entrada sobre enero, que espero sea algo más excitante. Saludos.