En esta entrada voy a compartir un poco de la cultura inglesa en cuanto a la Navidad. Como en España, vienen vendiendo dulces desde otoño en los supermercados: eso no cambia.
Sin embargo, hay algunas cosas que sí creo que son específicas de su manera de celebrarlo. Dicho es el caso de las pantomimes. Estas no son, ni más ni menos, que representaciones teatrales que tienen lugar a lo largo de todo el país, relacionadas siempre con algún cuento popular, destinadas a ser disfrutadas principalmente por los niños, ya que incluyen canciones y partes donde interaccionan con el público, pero también por los mayores. También incluye danza y suele haber algún gender-crossing actor. A la que asistí estaba basada en La Bella y la Bestia y, pese a haber sido una obra pequeñita, no por ello fue menos divertida. Eso sí, quizás no os queráis sentar en primera fila, como hice yo, ¡o puede que os pidan hablar!
La bella y la bestia en su baile principal
El frío ha llegado a Crook, y con ello la primera nevada. No ha durado mucho, apenas unas horas, pero asustaba un poco en una mañana en la que iba a empezar un viaje... ¿a dónde? ¡A Copenhague! Mi compi y yo pasamos una semana entre la capital danesa y Malmö (sur-oeste de Suecia) aprovechando una oferta por la que los vuelos nos salieron a 4 pounds, ¡una ganga! Copenhague, para ser una ciudad de la que no sabía demasiado, se ganó rápidamente mi aprecio.
El canal de Nyhavn está lleno de barcos, permanente situados en él.
Entre Nyhavn, el puerto con las casitas de colores; la ciudad libre de Christiania, donde hay una asociación de vecinos que se "auto-gobierna"; el Papiroen, un mercado gastromómico en medio de los canales, donde puedes probar platos de todas partes del globo... y más. De Malmö me gustó un detalle no necesariamente turístico, pero siendo este que están intentando que, para dos mil venti algo, puedan sustentarse exclusivamente a partir de energías renovables. De hecho, el guía contaba que ninguno de los autobuses de la ciudad usan materiales fósiles, sino algún tipo de gas reciclado a partir de residuos (nótese mi desconocimiento en la jerga) y electricidad.
Con La Sirenita
Llegados a este punto, con los viajes que he hecho, me gustaría hacer una pequeña recomendación: si has de viajar y estás corto de quids (libras en britanic jargon) viaja un hostel. Es la manera más económica de hacerlo, siempre que no te importe compartir habitación. Yo lo he hecho con... ¡hasta 30 personas! Sí, he de reconocer que a veces es un poco locura, pero si lo tienen bien organizado puede resultar bastante bien. At the end of the day, lo que más valoras es que la cama (y todo en general) esté limpio. Y cálido: no hay nada peor que dormir con frío. Esto me pasó en Newcastle, donde la ventana estaba rota y la corriente entró durante toda nuestra estancia. Por eso recomiendo también no meterse en el primer antro que encuentres en internet: a veces vale la pena pagar un poquito más pero tener un buen descanso. Otra cosa que también valoras es un enchufe cerca de ti o, como en muchas ocasiones, dentro de tu cubículo. Incluso una simple cortina marca la barrera entre tener "intimidad" o no. Consejo: cómprate un candado; en la mayoría de albergues tienes un baúl o taquilla donde guardar tus cosas, pero no vienen con candado. ¿De cosas básicas como chanclas y una toalla que no ocupe mucho ni hablamos, no? :) Además, algo positivo de estos albergues es que suele haber mucha gente joven que, como tú, está viajando, y la sala común puede ser el lugar perfecto para conocer gente con la que, en otras circunstancias, jamás te habrías cruzado.
Vista desde la torre del Castillo de Christianborg
Volvamos a la Navidad. El fin de semana pasado pude pasarlo en Londres gracias a mi familia, que vino a visitarme de nuevo. Esta vez fueron 5 (les tengo que decir que se corten un poco, que luego vamos dando el cante por ahí...). Creo que terminaron un poco hartos de caminar, ya que apenas teníamos 2 días para verlo todo. Pero vayamos al grano: durante todo este mes, en Hyde Park, el espacio verde más grande de Londres, alberga Winter Wonderland, una feria navideña de proporciones astronó-... bueno, para mi, enorme. Tal era su tamaño que creíamos haberlo visto todo cuando, después de cenar, propongo dar una vuelta por el fondo de la feria antes de irnos al hotel. Craso error el de mi cuñado cuando aceptó: no habíamos visto ni siquiera la cuarta parte. Ice Rink, Santa Land, Bavarian Village, Angels Market. Todas diferentes partes del recinto, como si de un parque de atracciones permanente se tratase.
¡Hacen falta hasta señales para no perderse!
Tienen incluso un teatro dentro donde representan El Casca-nueces. Una pasada. Además, parece que estas ferias son bastante comunes, de manera que en un par de semanas me voy a la que hay en Edimburgo.
En otro orden de cosas, en el centro continuamos con nuestra actividad. Esta semana ya hemos comenzado a poner la decoración, y tenemos 5 árboles de Navidad en los espacios comunes... y muchas de las habitaciones tienen el suyo propio también. ¡No quiero ni pensar en cuando lo haya que quitar! De momento, todo luce muy festivo, y dan ganas de comer polvorones. Por el momento he de conformarme con Christmas pudding, y mucho té verde para prepararme para el desfase de nochebuena.
De momento nada más. Como seguramente no escriba hasta el año que viene: felices fiestas. Gracias por leerme, ¡y hasta la próxima! :)
Esta es mi última entrada en el blog. Los nueve meses han pasado muy rápido y aunque ya estoy deseando volver a casa, estoy un poco triste de que ya se haya acabado.
He aprendido mucho en estos nueve meses y he adquirido mucha experiencia. Estoy muy contenta de haber decidido hacer este voluntariado...