Europa

Esta semana comenzó con la búsqueda de los billetes de avión para la vuelta a la realidad y cuando escribo la palabra Asturias en el buscador de vuelos, empiezo a darme cuenta de que mi EVS está llegando a su final. He intentado evitar pensar en este momento durante 11 meses, ahora llegan las incertidumbres y las dudas sobre el futuro. Aunque siempre se me pincele una pequeña sonrisa cuando me imagino volviendo a la tierrina.

11 meses, de trabajo, de voluntariado, de viajes, de risas, de dramas, de recuerdos, de infinitas horas de tren y buses recorriendo 7 países, de autostop, de visitas, de despedidas, de momentos que quedan grabados en mi retina y de la cosa más importante y de la que más orgulloso estoy, mi familia EVS.

 

 

11 meses viviendo en Bulgaria, con sus pros y sus contras, he creado un hogar aquí y siempre será una segunda casa para mi. Sin enterarme de las explicaciones en búlgaro, y chapurreando lo poco que he conseguido almacenar en mi cabeza y sintiéndome orgulloso cada vez que me he hecho entender.

11 meses de banitsa, de sirene, de lutenitsa, de kashkaval y de RAKIA, demasiado en algunas ocasiones. Aunque no haya probado el cachopo en 11 meses, aquí les gusta una fartura tanto como a nosotros.

11 meses en Pernik, una ciudad dispar, con su propio encanto y completamente diferente.

11 meses de ArtArea. También es tiempo de escribir el Youthpass, echando la vista atrás y recordando todos los proyectos, los workshops, los festivales, las presentaciones. Es tiempo de recordar los triunfos y los logros que hemos conseguido gracias al trabajo en equipo. También se pasan por mi mente los momentos de frustraciones y errores, aunque siempre queden en un segundo plano. Aunque el proyecto que me llevo con más cariño y mi proyecto personal junto con mi compañera Agnès, es  " Alteractive week ", la semana medioambiental y de reciclaje que lideramos en Pernik.

 

Pero bueno...si lo pienso fríamente, todavía me queda un mes para exprimir al máximo...en un mes pueden pasar muchas cosas.

Iván