Europa

Buenas,

Ya han pasado 20 días desde mi última entrada y toca dar noticias desde Finlandia. Si me seguís, ya os habréis dado cuenta de que no soy de escribir a menudo, pero es que a veces tengo que esperar a tener algo que contar. ¿Qué he hecho este mes? Pues el primer fin de semana de marzo fuimos a Tampere, ciudad donde viven los hijos de la señora con la que vivimos. Tanto ella como los hijos son siempre muy amables y simpáticos. Nos acogieron en sus casa, nos enseñaron la ciudad, me explicaron cosas de la historia de la misma y visitamos un museo sobre la fábrica textil que que allí se ubicaba, en torno a la cual giraba la vida de los habitantes de la ciudad. Ese tipo de cosas son las que en realidad me hacen disfrutar una visita, conocer la historia y el estilo de vida de la gente.

Como dato curioso, en el museo había una exposición sobre propaganda comunista rusa (una ciudad con un movimiento obrero fuerte) y un registro los niños y niñas que allí trabajaban y los años que habían acudido a la escuela (nunca más de 4).

Otro acontecimiento importante este mes fue la fiesta de clausura del curso de español el miércoles pasado. Estuvo abierta al público en general (la publicitaron en el periódico), y tal y como se estimaba acudieron unas 80 personas. ¿Qué tuvo de español la fiesta? Pues nuestra presencia y la comida, porque la música nos falló un poco aunque hicimos lo que pudimos. Para sorpresa de las asistentes fue tipo espicha y no estilo flamenco. Además los y las alumnas tuvieron un gran detalle con nosotras y nos regalaron las sudaderas y una braga del cuello del equipo de voleibol de Kokkola. ¡Me encantan! ya me la había querido comprar cuando fui a ver un partido pero son demasiado caras.

Aquí os dejo una foto con mis alumnos y alumnas (falta uno). Lo sé, la bandera de atrás está mal puesta pero yo no la puse y me dí cuenta después, la de Asturias siempre me acompaña y los vestidos los pusieron gente del pueblo.

La fiesta duró poco más de una hora, pero cocinar para toda esa gente nos llevó 4 h intensivas en la cocina después de las 7 de trabajo en la guardería (menos mal que la comida salió bien) y otra hora posterior de limpieza y fregar platos, por lo que al final del día caí prácticamente muerta en la cama.

Todavía no me he incorporado realmente al trabajo en el colegio como estaba planeado porque en guardería ha hecho falta gente para cubrir vacaciones y bajas por enfermedad de trabajadoras. Es más, dada la escasez de personal (hay menos personas contratadas y más niñxs) estamos echando horas extra casi a diario. Evidentemente podría negarme a hacerlas, pero en parte lo hago por sororidad con las compañeras a las que tengo cariño. La temática de las manualidades de todo este mes han sido los huevos de pascua y los pollos. Es curioso ver cómo se celebran de forma tan diferente las mismas fiestas, aunque no os exagero si os digo que hemos elaborado como cinco modelos distintos de pollos y otros tres de huevos. Quiero matizar, no es que se hagan varios modelos a escoger, se diseña una manualidad que todos deben copiar lo más exactamente posible y cuando todo el mundo la ha realizado pasan a la siguiente, en este caso al siguiente modelo de pollo. Como en Navidad, aquí cuando les da por una temática...

Del resto de días, poco que contar. Los dos últimos fines de semana los he pasado en casa y dando paseos en los alrededores (es lo que tiene no tener coche ni transporte público). Sin embargo, me encuentro bastante motivada. En dos días espero la visita de mi hermana, mi cuñado y un amigo, pero de eso ya os hablaré en mi próximo blog ;)

¡Nos leemos!