Europa

El pasado fin de semana volví, ahora con mis padres que ya estaban volviendo para Portugal, a un lugar donde ya había estado hace poco tiempo y que me encanta: la ciudad de León. Esta es una ciudad con un casco histórico precioso: su catedral, la Casa de Botines (de Gaudí), la Plaza Mayor, el barrio húmedo y otras cosas, y que además está muy cerca de Asturias, así que el precio de autobús permite ir y volver sin gastar mucho dinero.

Al cruzar la Cordillera Cantábrica, pasando por el Puerto de Pajares si elegimos la antigua carretera nacional, el clima y, así, la naturaleza en nuestro alrededor, cambian inmensamente: los terrenos son más secos, los bosques menos frondosos, la humedad más baja y casi dejamos de ver nubes en el cielo.

El sábado por la noche fuimos a ver una proyección de luces en la fachada de la Iglesia y de la Colegiata de San Isidoro. Se trata de una sucesión de imágenes, colores y música que nos habla sobre los más importantes períodos de la historia de la ciudad, antaño la capital de uno de los reinos de la Península Ibérica.

Al día siguiente, por la mañana (no tan pronto, pero todavía antes de comer), fuimos a visitar el edificio por su interior. Es una visita que merece la pena, así que la aconsejo a quien vaya a León. Empezamos mirando el Panteón de los Reyes (una capilla románica decorada con pinturas en el techo y capiteles muy bien trabajados, llamada la Capilla Sixtina del Románico), y después un magnífico claustro con bonitos soportales que mezclan el arte románico y el arte gótico.

Se puede también disfrutar del tesoro de la Colegiata de San Isidoro, que incluye el posible cáliz de donde Cristo habría bebido durante la Última Cena y otros objetos históricos de gran valor. Y no podría terminar de hablar sobre San Isidoro sin referir la biblioteca: aunque sea pequeña, tiene el encanto sublime de las bibliotecas antiguas, llenas de libros escritos y copiados a la mano y algunos de los primeros ejemplos de libros impresos que existen en España.

También en León conocí el San Marcos, un antiguo convento que se convirtió en el Parador de León. No quiero ni imaginar el precio de una estancia de una noche allí!

Sobre el trabajo de esta semana que hoy termina, la única novedad que me gustaría contaros es que empecé a preparar el grupo de conversación en portugués, que tendrá su comienzo en el mes de setiembre. Hay que pensar en asuntos, métodos, juegos, materiales disponibles como canciones, fragmentos de películas, poemas y más. Cuando yo sepa más detalles sobre ese grupo, os los contaré.

Por fin, me preparo también para una fiesta que tendré hoy por la noche, en el piso de mi colega Ana. Ella la está preparando desde hace más de una semana para celebrar la nueva pintura que dio un aspecto nuevo y mejor a su casa. El tema de la fiesta es "el invierno está llegando" y yo me vuelvo loco pensando en qué tendré que llevar conmigo sobre ese tema. De algo me acordaré seguramente!

De vuestro amigo,

João