La semana pasada llegó el momento de despedirnos de la chica turca que hizo su SVE en Oviedo. Nos invitó a una fiesta en su casa y aunque nos reunimos por una razón triste y no conocíamos casi nadie lo pasamos bien. La chica no quería percatarse de su despedida y va a volver en mayo ya, así que al final no dijimos "adiós" sino "hasta luego". No me gusta que marchara y además me di cuenta de que no nos queda mucho tiempo en España. Pensar que luego tengo que volver a Alemania me da un poco de miedo porque no quiero dejar todo lo que tengo aquí.

Algunos chicos que conocimos en la casa de nuestra amiga nos invitaron el lunes a hacer una barbacoa con ellos. Quedamos entonces en un pueblo cerca de Oviedo: un chileno, un argentino, una estadounidense, un húngaro (Tomi) y una alemana (yo). Como son personas divertidas y locas lo pasamos muy bien y nos quedamos hasta oscureció.

Luego el miércoles no trabajamos sino que fuimos al Jardín Botánico todos juntos: Vinieron los voluntarios de Avilés incluso su tutora y dos nuevos voluntarios. La visita la guió Roberto que hizo prácticas de TASOL en el Conseyu. Hizo buen tiempo así que disfrutamos de la naturaleza y las conversaciones variadas y las horas pasaron volando.

Fue una semana cortita en el Conseyu porque era el día del trabajador y el viernes puente. Creo que en Alemania el primer de mayo es mucho más importante. Aquí sólo disfrutan del día festivo y algunos participan en manifestaciones, pero en Alemania es el día importante de movimiento. La gente está fuera y camina o va en bicicleta a algún sitio. Los jóvenes andan con un carro que lleva música y bebidas - es un poco parecido al botellón pero mientras se mueven.

Este fin de semana también hubo el festival de música electrónica en Gijón. Como a Tomi le gusta este tipo de música fue a muchos eventos, pero yo sólo le acompañé una vez. Tuvo lugar en el Teatro Jovellanos y fue una combinación de baile, luz y sonido. Algunas secuencias fueron un poco extraño para mí, pero en total fue una presentación muy interesante e independiente.

El sábado por fin llegó mi cumpleaños. Ya tengo 20 años y se acabó de ser niña. ¿Cumpleaños en español? ¿Cómo va a ser? Pues pensáis que eso significa fiesta y más fiesta. Pero lo que yo hice no tenía nada que ver con lo típico. Me levanté temprano para prepararme una tarta de cumpleaños, cuando se despertó mi compañero de piso desayunamos juntos y abrí mis regalos. Luego vino mi novio.... ¿No os lo conté? Pues sí, me eché novio aquí. :D ...Vino mi novio e hicimos una excursión a Cudillero, un pueblo muy bonito pegado a la montaña. Me encantan los pueblos de Asturias y hasta ahora Lastres y Cudillero son los que más me gustan. Por supuesto hizo sol porque era mi cumple. Lo único que no me gustó en Cudillero fueron los camareros porque nos dejaron esperando más de una hora. Creo que no entendieron que era mi gran día. ;)

Salimos de Cudillero y fuimos al Cabo de Peñas que quería verlo una vez con luz (la última vez fui con Tomi por allí caminando y llegamos por la noche, fue una aventura total). Entramos al Faro porque dentro había un museo pequeñito, disfrutamos la vista y volvimos a Gijón. Allí él cocinó para mí y después de comer fuimos al cine a ver "Ocho Apellidos Vascos" que me parece una película muy buena, nos reímos mucho. La verdad es que nunca tuve un cumpleaños tan tranquilo, sin familia y sin amigos pero como tuvimos muchos planes no eché nada de menos. Los chicos de la despedida querían organizar una fiesta, pero creo que así me gustó más. En efecto me quedan muchos fines de semana para salir y bailar.