Este sábado Tomi y yo quisimos hacer una excursión al Cabo Peñas, una reserva natural de Asturias. Con el autobús fuimos a un pueblo cerca de la costa que se llama Luanco. Me gustó muchísimo visitar este pueblo y cerca de la playa encontramos una ruta para caminar. 

En Internet se dice que se necesitan una hora y media hasta que llegas al punto más en el norte de Asturias, el Faro de Cabo Peñas. Pues empezamos a caminar mirando la naturaleza más bonita e impresionante: El acantilado y la vegetación verde.

Después de dos horas llegamos en la mitad del camino pero todavía quisimos alcanzar el Faro de Cabo Peñas. Caminamos y caminamos, perdimos la ruta una vez y nos encontramos en un bosque, pero luego seguimos con la ruta. Todavía disfrutamos la naturaleza pero ya nos preguntamos como podemos volver a casa porque no hemos visto ninguna parrada de autobús, ni un pueblo, ni gente.
Al anochecer llegamos a un pueblo muy pequeño con el nombre de: Ferrero - pensamos que hay una parada de autobuses y que podemos ir de Ferrero a Avilés o Gijón. Entonces preguntamos, en el único bar del pueblo, dónde podemos encontrar la parrada y cómo volver a casa. Nos explicaron que el domingo no hay autobuses en Ferrero y que la parada más cerca está en Luanco, el pueblo donde empezamos a caminar. Por suerte uno de los españoles en el bar nos llevó en coche a Luanco. También nos mostró el Faro y nos invitó a beber una cerveza. Después fuimos a Luanco pero este viaje coche fue una aventura de verdad: Condujo como un borracho y yo tenía miedo todo el tiempo. Llegando a Luanco vimos que el autobús ya había pasado hace de 5 minutes y que tenemos que esperar dos horas. Entramos el coche otra vez y seguimos el autobús y pudimos entrar por fin. No pude creerlo cuando estuvimos en Gijón. Fue una experiencia muy divertida y pasé un día con muchas impresiones diferentes: Disfrutar la naturaleza, pensar que no podemos volver a casa y por fin la alegría de la vuelta.

El lunes después del trabajo fui del Shopping por primera vez aquí en España. Siempre tengo tantas cosas de hacer que no tengo tiempo para ir de tiendas. Lo disfruté y me encontré por la tarde también con un amigo, fuimos a un bar y yo probé una sopa africana. Me gustó hasta que me dijeron de que era. :D
El martes tuvimos clase de alemán y fue bastante bien. Muchas personas participan otra vez pero también hubo caras nuevas. Hablamos mucho sobre la familia y por fin estuve muy contenta. En la semana pasada el obstáculo más grande fue que no hubo un nivel de lengua común entre las participantes, pero esta semana estuvo mejor.

En CMX trabajamos en un proyecto para jóvenes que piensan sobre estudiar o trabajar en el extranjero. Vamos a presentar países distintos y también proyectos juveniles. Después tuvimos clase de español que todavía es demasiado básico para mí: Hablamos sobre pronombres y el reloj. La semana que viene voy a preguntar si el profesor puede darme algunas tareas más difíciles para prepararlas en casa. Por la tarde fui a pasear a la Calzada, un barrio de Gijón y descubrí otra playa. Me gusta mucho caminar cuando la luz del sol ya ha desaparecido.

Hoy preparamos clase de alemán para la semana que viene, porque el viernes empieza el festival de cine. Tomi y yo vamos a formar parte del jurado joven y tenemos que ver muchas películas. Por eso no vamos a pasar mucho tiempo en la oficina. Estoy muy expectante en cuanto al festival porque ya miré el programa y encontré muchas películas que me parecen muy interesantes.