Un extenso análisis de la actualidad en políticas de igualdad. Carmen Sanjurjo, directora del Instituto Asturiano de la Mujer, repasó ayer durante las Jornadas de Publicidad y Medios de Comunicación desde la perspectiva de género, organizadas por la Asociación de Mujeres Jóvenes de Asturias (Mujoas) y el Conseyu de Mocedá (CMX), todos los flecos que afectan a las mujeres en el mundo laboral y social. Comenzó pidiendo más apoyo a los medios de comunicación para poder avanzar en materia de igualdad. «Siguen apareciendo constantemente en cine, publicidad y series estereotipos absolutamente indeseables e inadmisibles, que llegan a la población joven y que se basan en el principio de dominación y control de chicos sobre chicas», señaló.
Una reflexión que la llevó a profundizar en otras consecuencias, sobre todo de ámbito laboral. «La brecha salarial es, sin duda, un problema difícil de solucionar. Procede de una situación de desigualdad en el trabajo previa a la crisis y que se ha incrementado con ésta», lamentó. Una brecha que, explicó, «se ha incrementado porque también ha crecido la tasa de paro femenino». «A ello nos ha llevado una reforma laboral que permite la precariedad y la oferta de contratos a tiempo parcial, así como de generar despidos sin causas muy justificadas. Todo eso está jugando en contra de las mujeres», insistió Sanjurjo.
Para evitar o paliar esta situación, la directora del Instituto Asturiano de la Mujer señaló que su oficina, en colaboración con la Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, va a poner en marcha una marca de excelencia en igualdad, que distinguirá a todas las empresas que apuesten por reducir las diferencias existentes entre los trabajadores y las trabajadoras.
«Nuestra comunidad autónoma está dos puntos por encima respecto a la media en igualdad del Estado. Por ello, reconoceremos la labor de aquellas empresas que se singularicen por la puesta en marcha de planes de igualdad y de medidas específicas y efectivas para la corrección de la brecha salarial. Y vamos a acompañarlas si así lo desean», anotó Sanjurjo, quien también se mostró crítica con las tendencias actuales a la hora de que las mujeres trabajadoras sean madres. «Mientras no se incentiven medidas para la participación de los varones en el cuidado de los niños, el problema seguirá existiendo», aseguró. «No puede ocurrir que sea la mujer joven, ante la maternidad y de acuerdo con su pareja, la que casi siempre deja el trabajo para cuidar a la criatura», añadió.
Por ello, recordó que existe «un déficit significativo» en escuelas de 0 a 3 años, a pesar de que en Asturias hay 64 centros de este tipo. «Hubo un esfuerzo importante por parte del Estado, de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos, pero no es suficiente. Ahora, el Plan Educa 3 no existe, y no hay financiación para seguir desarrollando estrategias de 0 a 3», lamentó.
Vuelve la mujer objeto
Mientras, en las jornadas de publicidad y medios de comunicación, los temas se centraron más en la visión que estos proyectan de la mujer. Melania Fraga, realizadora audiovisual, fue una de las ponentes. «La mujer sigue siendo una mujer objeto. Sigue habiendo denuncias al respecto, pero hay mucha relajación», apuntó, antes de analizar otro rol femenino, el pasivo. «Aparece en muchas películas, series y anuncios. Mientras, por ejemplo en la publicidad, los niños salvan el mundo con su muñequito galáctico, las niñas tienen que irse a cuidar a la muñequita para que no se ponga enferme. Son estereotipos domésticos, de antaño», lamentó.