El Conseyu de Mocedá de Xixón acusó ayer al gobierno de Foro de querer «imponer el estado de excepción» en Cimadevilla para acabar con la práctica del botellón. «La época de los cacheos y requisamientos, los toques de queda y la disolución de grupos de más de tres personas en las calles son prácticas que creíamos superadas», afirmó su presidente, Javier Suárez. También acusó a Foro de querer «convertir Xixón en una ciudad al servicio de la patronal hostelera llevando a término la privatización del espacio público». Además, recordó que el organismo juvenil «avisó en el debate previo y tras la aprobación definitiva de la ordenanza de convivencia que se trataba de un texto que iba a quedar en papel mojado al no ser posible su aplicación normativa».