Jóvenes promesas artísticas bajo la luz de la Luna

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«Esto que hacemos antes era vandalismo», apuntaba uno de los grafiteros que tomaron parte en la «Noche en blanco» de Gijón.

«Es un buen escaparate también para la gente que viene de fuera y da mucho ambiente a la ciudad», aseguraba Isabel Tuñón mientras contemplaba a los artistas que pintaban en el espacio Cultura Urbana de la «Noche en blanco» de Gijón. Un año más la iniciativa de Conseyu Mocedá de Xixón (CMX) desplegó, la noche del viernes, muchas de las actitudes artísticas de los jóvenes artistas asturianos. El evento se desarrolló en cuatro espacio de la ciudad y se prolongó hasta las dos de la madrugada.


«La gente no tiene muchos recursos pero creo que tiene mucha ilusión», expresaba orgullosa Beatriz Meré, sentada con un grupo de amigos mientras disfrutaba de la muestra de cortometrajes en la pantalla preparada en la punta Liquerique. Las proyecciones formaban parte de ediciones del concurso «filMo» de LABoral Centro de Arte.


Por su parte, Raúl López, músico y miembro del grupo «Sambre», se encontraba en el escenario de los Jardines de la Reina. En ese momento tocaba el grupo «Noise 'n' Confusion». Raúl ve muy positivo acercar la música a todo el mundo en un ambiente donde se puede ver gente de todas las edades. Esta actividad fue la que mas público llevo de la noche unas 400 personas. Los más pequeños tenían su espacio en la plaza de Italia donde monólogos, obras de teatro y espectáculos chinescos se dieron cita en este espacio.


Una de las apuestas más llamativas es la de cultura urbana, un espacio compartido entre la práctica de «breakdance» y grafiti. «Presta que se nos tenga en cuenta. Cuando hacíamos esto de guajes era vandalismo», expresaba Iván Marín dueño de una tienda de tatuajes y amigo de muchos de los grafiteros.


Entre los que pudieron expresar su arte en la calle se encontraba el grafitero Javier Robledo. «Está muy bien esta iniciativa porque muy pocas veces cuentan con nosotros», apuntaba. Su obra pudo ser contemplada por toda la gente que subía a Cimadevilla en la cálida noche del viernes.

 

Cada año aumenta el número de participantes en esta iniciativa del Conseyu de la Mocedá que va camino de hacerse un hueco de manera oficial en el verano gijonés. Los responsables de la organización destacaron el aumento de público en buena parte de las actividades, sobre todo, las musicales.