R. GARCÍA El programa de intercambio de libros de texto de Gijón impulsado por la Asociación Juvenil de Estudiantes Progresistas y la Confederación Asturiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos ha vuelto este año a batir récords en su decimoquinta edición. Entre julio y octubre los responsables de esta iniciativa entregaron 11.327 libros, un 37 por ciento más que durante el curso 2012. Para el organizadores del intercambio, Javier Suárez Llana, los datos que arroja el programa este año supone un "éxito amargo".
"Un programa que nació para reivindicar la gratuidad de la educación, para convencer a familias y estudiantes de que optaran por sistemas alternativos a la compra de libros de texto, se ha convertido desde el año 2010 en una iniciativa solidaria que junto a muchas otras buscar dar respuesta a las necesidades de miles de ciudadanas y ciudadanos que día a día ven disminuidos sus recursos como consecuencia de la estafa de los poderes políticos y económicos", argumentaba ayer Suárez Llana tras repasar los datos de un programa que arrancó poco antes del verano recogiendo los libros de los alumnos que posteriormente obtuvieron tras el verano de forma gratuita sus volúmenes para el nuevo curso.
La estadística de libros recogidos también se incrementó aunque menos que la de aquellos que fueron entregados a familias necesitadas. Un total de 17.912 personas se acercaron hasta las oficinas del Conseyu de la Mocedá para dejar los volúmenes que sus hijos ya no iban a utilizar, un 17 por ciento más que el año pasado. En total el equipo liderado por Suárez Llana atendió a 5.152 familias, un 22 por ciento más que el año pasado.
Lo que no cambia este año es el perfil de los solicitantes de ayuda. La mayor parte de las familias que participaron en este programa viven en la zona sur de Gijón y tienen hijos que cursan Educación Secundaria en un centro público. Desde la organización constataron, no obstante, un ligero incremento en el porcentaje de alumnos de la concertada que decidieron intercambiar libros y que este año pasaron de representar un 18,24% a rozar el 20%.
Javier Suárez Llana asegura que el trabajo en red ha vuelto a ser clave a la hora de establecer colaboraciones "con centros educativos y entidades que han permitido llegar a un número mayor de familias y estudiantes". Este año el intercambio ha contado con la colaboración de los institutos Laboral, Fernández Vallín, Jovellanos, Montevil y Doña Jimena y de los colegios Río Piles y Clarín. Además también han prestado su apoyo las entidades Mar de Niebla, Cruz Roja, Les Finlanderes, Cáritas, el Secretariado Gitano, la Cocina Económica, Late Asturias, los trabajadores de la factoría ThyssenKrupp de Mieres y la Fundación Municipal de Servicios Sociales.
Cerrada la edición de este curso escolar los organizadores del programa ya piensan en el programa del próximo año y critican que, a día de hoy, no exista "un compromiso por parte de la concejalía de educación para financiar el proyecto en 2014". Una falta de compromiso que hace tambalearse el próximo intercambio.