El Conseyu rechaza la intervención policial en la plaza del Lavaderu

 «No se ha dado la oportunidad de resolverse mediante el debate, el diálogo y la búsqueda de acuerdos. Se implantará un estado de excepción», critica 

«Rechazamos la intervención policial en un conflicto de convivencia al que no se ha dado la oportunidad de resolverse mediante el debate, el diálogo y la búsqueda de acuerdos». Javier Suárez Llana, el presidente del Conseyu de Mocedá, vertió ayer duras críticas en torno al dispositivo de las fuerzas de seguridad que se pondrá en marcha a partir de mañana para combatir el botellón. «Se implantará el estado de excepción en el barrio durante los fines de semana, limitando los accesos y apostando un policía en cada esquina», aseguró.

A juicio del representante del colectivo juvenil, el Ayuntamiento de Gijón está dando muestras de «una doble moral» en lo concerniente a la regulación del consumo de alcohol en la calle. «En Cimavilla no se podrá hacer botellón a partir de mañana, pero hoy -por ayer- se presenta la programación del Festival de la Sidra, que promociona el consumo de esta bebida en la calle», lamenta.

El Conseyu de Mocedá de Gijón consideró, a través de un comunicado, que «el plan secreto al que se refiere constantemente el concejal Fernando Couto no es más que entrar en la plaza cargando contra los jóvenes que se encuentren practicando el botellón en ese momento».

No sólo rechaza la acción policial para controlar la nueva normativa municipal que regula el consumo de alcohol en la calle, también el anteproyecto de Ley en materia de drogas que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas a menores de 18 años, como ya tienen vigente en el resto del país. «No se va a cumplir, como no se cumple en las otras comunidades autónomas que ya cuentan con esta regulación».

Casarse sí, beber no

Suárez Llana señaló que «es absurdo que un joven de 16 años pueda casarse, trabajar, tener un hijo, alquilar una vivienda... pero no pueda beber un culín de sidra los fines de semana». Frente a las prohibiciones, prosigue, «el Conseyu sigue apostando por los programas de reducción de riesgos desde los ámbitos educativos para trabajar los consumos con las personas más jóvenes».

Reducir los riesgos y las molestias ocasionadas a los vecinos es también lo que se persigue desde el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento a la hora de empezar a aplicar la sanción en la vulneración de la nueva normativa municipal, después de casi tres meses de moratoria para dar a conocer el contenido del texto.