El equipo de gobierno confía en poder aprobar la ordenanza cívica de forma definitiva entre diciembre y enero.
A falta de que pueda llegar aún alguna más por correo ordinario, el plazo de presentación de alegaciones a la ordenanza municipal de protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales se ha cerrado con 94 enmiendas presentadas por varios colectivos y ciudadanos particulares. Las hay generales y específicas. Que plantean cambios en algunos párrafos. O directamente eliminar algunos. Y hay, en concreto, 19 que solicitan que el texto vuelva a incluir la prohibición de la prostitución. Era esta una cuestión que planteó en un principio el equipo de gobierno, pero que fue eliminada tras la primera fase de información pública y participación ciudadana. Fueron muchas las voces que abogaron por la eliminación de aquellos párrafos y finalmente así se hizo. Pero ahora será estudiado de nuevo. Regulación del botellón El portavoz de la junta de gobierno y responsable de la tramitación de esta ordenanza, Rafael Felgueroso, explicó ayer el sentido de algunas de las alegaciones presentadas. Así, además de esas 19 relacionadas con la regulación de la prostitución en la vía pública, hay cinco que piden también suprimir los párrafos que hacen referencia al consumo de alcohol en la vía pública, es decir, al botellón. Entre ellos están la Federación de Asociaciones de Vecinos, la FAV, y el Conseyu de la Mocedá. Otras siete enmiendas ciudadanas se refieren también a esta cuestión, pero planteando una modificación en el contenido, no la supresión completa.
Tal y como está ahora redactada, la ordenanza recoge que «no se autorizará» el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública cuando pueda alterar la convivencia ciudadana y eso incluye cuando sea realizado «de forma masiva», cuando se «deteriore la tranquilidad del entorno», se provoquen «situaciones de insalubridad» o cuando los lugares «se caractericen por la afluencia de menores o la presencia de los mismos». La intención del equipo de gobierno es llevar el tema el próximo día 21 a la comisión de Movilidad y Seguridad Ciudadana, para estudiar las 94 alegaciones presentadas. Habrá que decidir si se aprueban o no y, en caso afirmativo, incorporarlas a la redacción definitiva. El concejal explicó que, si se cumplieran los plazos previstos, la ordenanza podría ser elevada a Pleno en diciembre o en enero para su aprobación definitiva. Sería entonces cuando entraría en vigor.