El Conseyu de Mocedá plantea poner en marcha un servicio de intercambio de favores.
Un banco en el que la unidad de intercambio no es el dinero, sino el tiempo. Es la idea básica de la experiencia que el Conseyu de Mocedá pretende poner en marcha a lo largo de este año y que ya se ha desarrollado en otros lugares de España, no así en Gijón. Se trata, básicamente, de un intercambio de favores entre personas, o de servicios, que se miden por una unidad de tiempo. Cada uno ofrece el servicio que mejor pueda o sepa hacer (dar clases de informática o idiomas, cocinar, arreglos en casa, hacer de canguro...) y, a cambio, podrá solicitar el servicio que requiera, por tantas horas como él haya ofrecido a su vez. Es la idea que tiene en la cabeza el equipo que preside Carlos Fernández, que ya ha solicitado financiación a la Unión Europea, a través del programa Juventud en Acción, para poder ponerlo en marcha. En caso de que no obtuvieran esa colaboración, intentarían desarrollarlo de todas formas. Porque Fernández está convencido de que en un momento de crisis como el actual una iniciativa de este tipo sería más beneficiosa que nunca, ya que permitiría a los jóvenes acceder a determinados servicios sin tener que recurrir al dinero. Tan seguros de su necesidad están que, si bien será desarrollado desde el Conseyu de Mocedá, la intención es no limitar el banco de tiempo a nadie por cuestión de edad. En lugares como Bilbao o Zaragoza funcionan iniciativas de este tipo, puestas en marcha por asociaciones diversas, aunque en algún caso depende de los propios ayuntamientos. En estos casos, los servicios que se pueden intercambiar van desde el maquillaje y peluquería hasta el asesoramiento sobre ahorro de energía, pasando por las traducciones, preparación de fiestas, capoeira, excursiones al monte, malabares, arbitraje de partidos... Sin duda, una amplia oferta. Esta es, quizás, la iniciativa más original que el Conseyu de Mocedá ha proyectado para este 2011, aunque no el único. La entidad juvenil continuará con sus servicios habituales, como el asesoramiento en vivienda, cuestión en la que el año pasado recibieron unas 1.000 consultas presenciales. Y su página web, en este apartado, recibió cerca de 20.000 visitas. Dice Carlos Fernández que han visto aumentar el interés en este tema, especialmente en lo referente a la información sobre ayudas y subvenciones para la compra y el alquiler. Por eso, el presidente del Conseyu espera poder sumar en este ejercicio algún piso más a los que ya tienen para compartir entre los jóvenes, que tienen 53 de las 56 plazas disponibles, ocupadas.
Servicio de salud. Continuarán también con su servicio de salud, que se mantiene aunque con cambios, tras la supresión del polémico programa Zona Clave. En cualquier caso, en el propio Conseyu se informa sobre drogas, alcohol y sexualidad, se atendieron unas 6.000 consultas el año pasado (tanto de forma presencial como a través de internet), se repartieron más de 1.000 preservativos. Se añadirá este año más información sobre alimentación y nutrición. Mantiene el Conseyu su asesoría jurídica y legal así como los proyectos europeos, con los que en 2010 enviaron a diferentes países a 10 voluntarios gijoneses. Pero, sin duda, una de sus iniciativas protagonistas será de nuevo, el programa que pretende que a los más jóvenes «les pique el gusanillo de la participación». Por el momento han llegado a más de 600 estudiantes de institutos de Secundaria de la ciudad.