«No podemos pensar en soluciones a seis meses, tiene que ser hoy», sentencian los integrantes de la Plataforma Ciudadana por la Convivencia
Los vecinos y comerciantes del entorno del mercado de San Agustín entienden que el «botellón» es un problema social complejo, rechazan que se le dé un tratamiento estrictamente policial y asumen que la solución de fondo debe implicar a toda la sociedad gijonesa y tener a los jóvenes como máxima preocupación. Pero no quieren esperar más. Esa urgencia en el tiempo marcaba ayer la distancia de las reivindicaciones vecinales con el mensaje que el candidato del PSOE a la Alcaldía de Gijón, y actual concejal de Hacienda y Coordinación Administrativa, Santiago Martínez Argüelles, llevó a una reunión de trabajo con varios integrantes de la nueva Plataforma Ciudadana por la Convivencia. Esta organización ha convocado una concentración ante el Ayuntamiento a la una de esta tarde para mostrar el hartazgo de una parte de los gijoneses con los desmanes que provocan las concentraciones de jóvenes en espacios públicos de la ciudad para consumir alcohol con los amigos.
«Entendemos que la Administración tarde un tiempo en regular este problema, pero no podemos pensar en soluciones a seis meses, esto tiene que ser hoy. Queremos que no tardando demasiado nos den soluciones concretas pensando ya en la campaña de Semana Santa y con vistas al verano, que nos preocupa bastante», explicaba ayer Emmanuel Benítez-Sosa en su calidad de portavoz de esta plataforma. «No podemos permitir que haya más comas etílicos», sentencia el líder vecinal que abría el debate a las familias «porque esto sí está sucediendo».
Esos seis meses de espera estarían vinculados a cualquier acción en favor de una nueva normativa legal u ordenanza sobre el «botellón» que realizase el gobierno local que salga de las urnas el próximo 22 de mayo. «Estamos ante un tema sensible que requiere serenidad y tratarlo sin las urgencias de un momento electoral. Hay que regularlo con el marco legal que tenga que tener pero, sobre todo, tenemos que implicar a todos los actores y tratarlo como una cuestión social», sentenciaba el concejal socialista poco antes de reuniones con los afectados. Martínez Argüelles fue el primero en comprometer para la nueva legislatura una ordenanza sobre convivencia en la ciudad.
Aunque todos evitan convertir el «botellón» en un simple problema policial, lo cierto es que los vecinos del mercado de San Agustín no vieron con malos ojos un mayor movimiento de los agentes de Policía el pasado fin de semana en el parque. «Vigilancia ha existido permanentemente, pero hasta el sábado no habíamos notado una acción real e inmediata de la Policía. Esperamos que no sea un espejismo, que permanezca y se extienda a otras zonas de Gijón. Si se hubieran tomado medidas anteriormente, esto no se hubiera convertido en una moda», sentenciaba Benítez-Sosa. En este sentido, y ya no como candidato sino como miembro del actual equipo de gobierno, Martínez Argüelles recordaba las más de seis mil identificaciones y mil denuncias tramitadas el año pasado por la Policía Local en áreas de movida juvenil para demostrar que «estamos actuando sistemáticamente. Las medidas con el marco legal actual se están adoptando y otras medidas necesitan otro marco legal. Pero siempre desde la certeza de que esto no es un problema policial, es algo mucho más complejo».