Luis Miguel García describió además cómo en el cerebro adolescente el denominado 'circuito de recompensa', esto es, el que «nos hace experimentar placer», está más consolidado y más activo que la corteza prefrontal, que es la que controla los actos más reflexivos. «Por eso en el adolescente prima la búsqueda inmediata del placer», algo que, unido a «la presión del grupo», justificaría su predisposición al consumo masivo de alcohol. El 'atracón', en toda Europa La psiquiatra Rocío Villa habló sobre la relación del alcohol con trastornos mentales como la depresión, la ansiedad o la psicosis. Según esta experta, el principal problema del consumo juvenil es «la baja percepción que tienen del riesgo, porque al no tener unos efectos inmediatos graves creen que no tienen un problema». Destacó el error que supone «pensar que por no tener una dependencia no tienen ningún problema, porque a lo mejor a largo plazo están en riesgo de poder desarrollarla». Maite Cortés, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, centró su intervención, bajo el título de 'El consumo de alcohol juvenil en atracón', en el fenómeno del botellón. «En España los jóvenes coinciden con el resto de Europa en la forma de consumir alcohol, que es el 'binge drinking', pero tenemos el plus de hacerlo en un ámbito como es el botellón que fomenta todavía más que se hagan consumos excesivos», explicó. Cortés destacó cómo los adolescentes «tienen unas creencias distorsionadas de que consumiendo alcohol de esta manera van a experimentar un estado de ánimo positivo, a desinhibirse y a mejorar sus relaciones sociales, pero eso no es así, porque a partir de ciertas cantidades estos efectos desaparecen. El alcohol es un depresor. El efecto estimulante sólo se tiene bebiendo en pocas cantidades y durante un breve periodo de tiempo». La experta señaló que en el caso de los varones jóvenes se considera 'binge drinking' un consumo concentrado de 60 gramos de alcohol, el equivalente a seis cervezas o tres copas, en un periodo aproximado de dos horas. Sin embargo, en España el consumo en este mismo periodo alcanza los 125-130 gramos. Destaca, además, que los adolescentes de 14 a 17 años consumen lo mismo que los universitarios «y además han alcanzado este nivel de consumo en un periodo más rápido». Si bien la media de iniciación al alcohol se establece en torno a los 13 o 14 años, los que tienen 14 años «se iniciaron con 12». Cortés señaló que entre las chicas la ingesta masiva de alcohol rondan los 80 gramos, aunque las adolescentes beben menos que las mayores de 18. Según un estudio realizado, entre otros, por esta experta, entre las motivaciones para practicar el botellón el 75,2% de los jóvenes destaca la diversión, el 37,5% la economía, el 36,3% estar con amigos afines y el 31,5% «desconectar». En la jornada también participó la psicóloga Lourdes García, quien destacó que «las chicas ahora están consumiendo más alcohol que los varones y se emborrachan casi como ellos». En su opinión, «las medidas que se han tomado hasta ahora han sido inefectivas» y abogó por «una prevención efectiva» que incluya trabajo con las escuelas, con la familia y con la comunidad, «para que tengan actividades de ocio alternativas». Las sesiones se cerraron con una charla sobre la publicidad del alcohol, a cargo de Carmen López, profesora de Psicología Social de la Universidad de Alicante. También abordó ayer este asunto el médico psiquiatra Eduardo Carreño durante su intervención en el programa 'La Lupa', de Canal 10. Carreño consideró que «beber en atracón es una actividad especialmente peligrosa con la que no se debe tener ningún tipo de tolerancia» y aseguró que «deja más secuelas».