«Nosotros siempre hemos apostado por la educación como la mejor manera de superar esta crisis, y no es extraño que otros países salgan antes que nosotros», comenta con cierto sarcasmo Enrique Fernández, el secretario general de CC OO. «Nos tememos que disminuya la calidad de la enseñanza y las condiciones del profesorado y por eso no vamos a pasar. No habrá actitud sumisa ante nadie», advierte. «No auguramos un curso tranquilo, para nada», agrega.
El responsable regional de FETE-UGT, Daniel Gutiérrez, entiende que «estamos en un escenario en el que hay que priorizar el gasto, pero la inversión en educación es una solución a la crisis y no un problema». Las consideraciones de Gutiérrez van en la misma línea de las de su compañero de CC OO. Opina que hay que «garantizar una inversión mínima: si los alumnos necesitan apoyos hay que dárselos». En eso no admite recorte alguno. «Lo importante es la educación con mayúsculas y hay cosas que no cuestan dinero», dice.
Por su parte, la presidenta de la junta de personal docente y secretaria general de Suatea, Beatriz Quirós, se queja de la discriminación salarial de los profesores asturianos. «En Asturias los sueldos en la ESO se han recortado más del 9 por ciento, en el resto de España ese recorte es del 5», afirma. En las aulas quedan muchos retos pendientes, añade, por ejemplo, cita, otorgar a la lengua asturiana el estatus que se merece.
El vicepresidente de ANPE, José Rubio, señala que «los recortes comenzaron por el sueldo, pero también se han suprimido ayudas sociales, becas y ahora plantilla». Las horas de Tecnología se han reducido a la mitad, concreta, y no hay programas educativos nuevos, critica. «Nada, basta con mantener la dinámica», señala.
Y en las manifestaciones de todos los representantes sindicales se repiten preocupaciones como la aplicación de la Ley de evaluación docente o la exigencia de que la gestión del personal, ahora en manos de Administraciones Públicas, vuelva a la Consejería de Educación.