Los acontecimientos ocurridos el pasado sábado en la Asamblea Extraordinaria del Conseyu de la Mocedá de Xixón no deben quedar impunes; no sólo por su gravedad, sino por mostrar la verdadera cara de dos partidos, IU y PSOE. Pudiera ser que los innumerables viajes de los jóvenes socialistas a Cuba hayan servido para algo, para aprender de primera mano cómo eternizarse en el poder gracias a la política del miedo.
El desarrollo de la Asamblea, si bien supuso la confirmación de nuestras sospechas, fue también fiel espejo de una manera de entender esta ciudad como un chiringuito privado y reservado a los amigos de la izquierda, ya que la candidatura presentada por Abierto Hasta el Amanecer, Mar de Niebla, Eskorzo, Calle de Nadie y Cruz Roja fue derribada en el último momento, debido a las presiones externas. Sin embargo, y pese al 'golpe de Estado' que el ya ex presidente, Jordán Suárez, perpetró con ayuda de los camaradas de las juventudes de IU, el resultado fue de 38 votos a favor de la candidatura continuista, frente a 40 nulos, es decir, a favor del bloque formado por asociaciones de carácter social.
La cosa es para poner el grito en el cielo. Lo más grave es que el equipo de gobierno acepte, y aliente, que las asociaciones juveniles de carácter social no tengan más peso en la vida de nuestra ciudad. No podemos pasar por alto que se ha estado presionando a organizaciones, que se dejan la piel por nuestra sociedad, para que no disputen el poder al pensamiento único de la izquierda. Tampoco debemos obviar la retirada de la candidatura de Cruz Roja, forzada a marcharse para derribar así a la alternativa al caciquismo, la cual contaba con el apoyo de las asociaciones más importantes de nuestra ciudad. La Asamblea se vio coronada con la aparición estelar de Jesús Montes Estrada, el cual suscribió que el Conseyu es un órgano politizado hasta el extremo y cuyo gobierno, dijo, no entendía que fuese diferente al que existe en nuestra ciudad. Montes Estrada, alias 'Churruca', también aprovechó la ocasión para recurrir a la descalificación y al insulto, al llamar «política de mierda» a la política de derechas.
Con tanto despropósito, es nuestra obligación denunciar las conductas totalitarias de los jóvenes de Izquierda Unida y del Partido Socialista. Esa Asamblea constató que casi nada se escapa de la red de poder del gobierno local. Finalmente, y al igual que la Castilla que describía Machado, 'Churruca' demostró con sus insultos a la derecha que «desprecia cuanto ignora».