«Estamos ante la generación Sí-Sí, pero no lo vemos»

Eduardo Alonso, Bibiana Díaz, Lara Pereda, Verónica Martín y Patricia García atienden las explicaciones de Pedro Antuña en una de la aulas que la Fundación Vinjoy tiene en Oviedo
La Fundación Vinjoy quiere llevar 'Puente', que ahora prueba en dos institutos ovetenses, a los centros educativos de toda la región
«En contra de tantas etiquetas -peligrosos, vagos, irresponsables-, la verdad es que estamos ante la generación Sí-Sí. En contra de lo que dice el programa televisivo de los Ni-Ni (sobre un grupo de jóvenes que ni estudian ni trabajan), los adolescentes de hoy sí quieren estudiar y sí quieren trabajar. El problema es que no lo vemos. Incluso les tememos». La frase anterior es coral, conformada por el equipo técnico de un programa pionero, 'Puente', que la Fundación Vinjoy ha puesto en marcha en dos institutos ovetenses.
Porque tanto Pedro Antuña, coordinador, como Eduardo Alonso y Patricia García, técnico y psicóloga del proyecto, coinciden en una imagen que apoyan las voluntarias Lara Pereda, Verónica Martín y Bibiana Díaz: «A los adolescentes que presentan problemas de adaptación en clase se les teme y no se llega a ellos. Se tira la toalla cuando, en realidad, son todavía casi niños que sólo necesitan un poco de atención».
Ellos llevan desde septiembre participando en esta experiencia pionera, que consiste en realizar una intervención socioeducativa con menores en situación de riesgo o conflicto social. «No estamos hablando de chavales que hayan cometido ningún delito, sino de chicos y chicas que no atienden en clase, que montan bronca o que tienen un elevado nivel de absentismo. Nosotros estamos para prevenir que no pasen a mayores».
Por el momento, son 19 los participantes, alumnos del primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de los institutos de la Corredoria y Pérez de Ayala. Se propuso el programa a un tercer centro, «pero no quiso participar», explica Adolfo Rivas, que no sólo es la cara visible de Cáritas Asturias, sino también el director de la Fundación Vinjoy.
Pellas, sólo en clase
Porque la participación del centro «es fundamental para desarrollar el programa», explica Pedro Antuña, ya que la iniciativa es novedosa por sí misma y porque «se lleva a cabo en los propios institutos» y «tiene un carácter voluntario». El chico o la chica tienen que querer participar. «Nadie va obligado».
Y la sorpresa llega en este punto. Los que más partes de pellas acumulan, los que más veces son expulsados de clase por no atender, resulta que en 'Puente', que se desarrolla en horario extraescolar, «acuden cada tarde a participar en las actividades». «Sólo hemos tenido dos bajas. El resto han seguido todos», cuentan. El reclamo es el ocio. «Pero que nadie se confunda. No somos un programa de divertimento, somos una acción socioeducativa. Lo que pasa es que con propuestas lúdicas hacemos llegar los mensajes que no les llegan desde casa o clase», apuntan.
«Y uno de los mensajes que más ha calado entre los adolescentes es que haya gente como nosotros», dice Bibiana Díaz, que pasa cada tarde con ellos de forma voluntaria, sin cobrar. «Se sorprenden de que lo hagamos porque queremos».
De esa relación han surgido los primeros frutos «como que ellos mismos se ponen en su sitio: 'Contigo es imposible jugar', se dicen, y ya evidencian gestos de protección a los más débiles». Los resultados sólo se verán a final de curso, pero ya profesores y alumnos creen que «van bien». Tanto, que Vinjoy quiere extender el programa a institutos de toda la región. «Pero necesitamos financiación», reclaman. Si llega el dinero, Gijón y las Cuencas también tendrán 'Puente'