RL Nos jóvenes asturianos comienzan a coquetear con la ketamina (special K) a partir de los 15 años. Lo que les atrae de esta droga es que les garantiza un colocón agradable. Les relaja de tal manera que, incluso a veces, se ven fuera de su cuerpo o piensan que han muerto o se van a morir. Y ese es uno de sus mayores peligros. Su consumo origina problemas de salud mental que pueden provocar incluso ataques de pánico, psicosis o paranoia. Y a dosis altas puede producir un viaje psicodélico muy fuerte, pudiendo aparecer delirios y pseudoalucinaciones, perdiendo la noción de quién se es y de dónde y con quién se está. También son frecuentes las pérdidas de la noción del tiempo y del reconocimiento de lo que pasa alrededor. Sus efectos pueden durar incluso hasta un día entero.
En Asturias este anestésico está en la calle desde hace años. Y es desde los últimos cinco cuando puede empezar a hablarse de un "consumo importante". El que lo explica es el psiquiatra Eduardo Carreño, director Médico de la Clínica Médico Psicológica Asturias de Gijón, con gran experiencia en el tratamiento de las drogodependencias. De la ketamina (pertenece a la familia del polvo de ángel o el GHB que inicialmente se usaba en los gimnasios por sus efectos anabolizantes) explica que se puede comprar en polvo en las zonas de ocio o como inyectable en las farmacias veterinarias, esta última es una práctica bastante extendida en Asturias. Y si se compra en grandes cantidades su precio puede alcanzar los 40 euros, lo que le convierte en una droga barata. Además, puede estar mezclada con cualquier sustancia (efedrina, cafeína...).
Y, aunque el primer contacto con esta sustancia ocurre entre los 15 a los 18 años, Carreño puntualiza que la edad normal de consumo es desde los 16 a los 20. A partir de ahí cambian a otras drogas "más saciantes" y prefieren el éxtasis, la cocaína y la anfetamina. En el argot el GHB (familia de la special K) se suele denominar también éxtasis líquido. Este tipo de droga se absorbe por vía oral, aunque se también se podría emplear por vía venosa (lo que eleva aún más el riesgo de sufrir complicaciones). Comienza su acción aproximadamente a los quince minutos de la administración.
Inicialmente el uso de la ketamina es médico ya que se utiliza como un anestésico (por vía intravenosa) para aprovechar el efecto de separar a la persona del ambiente en el que se encuentra.