Felgueroso admite que «no había leído» el texto y muestra su «desacuerdo» con las acusaciones de torturas al Gobierno español.
La polémica empezó hace algo más de una semana lejos de Gijón, pero ha acabado estallando en pleno Ayuntamiento. La muerte del disidente cubano Orlando Zapata y las declaraciones al respecto del actor Willy Toledo, refiriéndose a Zapata como «delincuente común», han acabado por provocar un importante desacuerdo entre los socios de gobierno. PSOE e IU no coinciden en las posturas adoptadas. Quizás la cosa no habría pasado de ahí si efectivamente hubiera estado debatida y acordada. No había acuerdo ni postura oficial del equipo de gobierno.
Y no lo había porque la declaración institucional que redactó IU incluye párrafos que hacen referencia a España y con los que el PSOE, aclaró ayer la alcaldesa, no está de acuerdo. Se afirma, por ejemplo, que «se persigue a gran parte de los inmigrantes, se producen malos tratos, sigue habiendo torturas, se persigue al juez Garzón por su papel en el caso Gürtel y en la recuperación de la Memoria y las fosas comunes, se protege a criminales de guerra y se mandan soldados a invadir y matar civiles en otras tierras».
Pero no todo es tan sencillo como que no haya acuerdo. Porque primero no lo hubo. Pero luego sí. Y luego volvió a no haberlo. Por orden: Izquierda Unida llevó la declaración, redactada por su portavoz, Jesús Montes Estrada, a la junta de portavoces. Fue el martes por la mañana. Se discutió ese texto y también un ruego del Partido Popular en el que insta a todo el Pleno a «sumarse a todas las voces que reclaman el fin de la opresión política en Cuba y promueva el respeto y la defensa de los derechos humanos y las libertades individuales». Los tres grupos municipales no lograron consensuar ningún documento, por lo que finalmente se decidió tramitar el ruego del PP para ser votado en el Pleno ordinario que se celebra hoy.
Pero la cuestión continuó. IU volvió a llevar el texto esa misma tarde al Consejo Municipal de Cooperación, presidido por Jesús Montes y con representación de los tres grupos municipales, además de ONGs y representantes del Principado e incluso del propio Estado. El consejo comunicó que «la declaración fue aprobada con el único voto en contra de la representante del PP(Inmaculada Gallart)». Es decir, que la representante del PSOE, la concejala Esperanza Fernández Puerta, también dio el visto bueno.
Pero parece que no debería haberlo hecho, a tenor de las declaraciones de la alcaldesa, que se desmarcó del contenido del documento. «Estoy en desacuerdo con el contenido literal del documento». ¿Qué pasó? En primer lugar, que el PSOE no lo había leído. Y, en segundo, que lo que Fernández Puerta transmitió fue que «se había debatido sobre la defensa de los derechos humanos en cualquier parte del mundo». De hecho, la concejala reiteró ayer esta postura. Pero la primera edil considera que «el documento es manifiestamente mejorable» e insistió en que «no comparto» los párrafos que se refieren a España. En cualquier caso, rechazó calificar como traición o encerrona la actitud de IU.
Por su parte, Jesús Montes Estrada aseguró ayer en declaraciones a Europa Press que el documento no dice que España sea un país torturador, sino que refleja un informe de Amnistía Internacional que recoge que «en algunos lugares se producen torturas, malos tratos y vejaciones». 'Churruca' justificó sus palabras en el traslado desde España a sus países de inmigrantes que luego fueron detenidos o la instalación de cámaras en las comisarías catalanas. El portavoz de IU cree que el documento no molestó al PSOE, sino que le «contrarió».