Todas las cifras se dispararon en 2008, que fue un año muy difícil, y en 2009 la demanda de ayuda continuó creciendo. Tanto, que se desbordaron todas las previsiones de la Empresa Municipal de la Vivienda: de dinero, de beneficiarios, de ayudas concedidas... Haber aumentado el presupuesto, haber cambiado los requisitos de algunos programas, haber acortado algunos plazos de solicitud para no mantenerlos abiertos durante todo el año... Ni siquiera el hecho de haber 'inyectado' 300.000 euros más, a mitad del ejercicio, consiguió frenar los números.
La memoria aún no cerrada de la Empresa Municipal de la Vivienda indica que un total de 3.650 gijoneses necesitaron de alguna ayuda durante el año pasado para pagar su vivienda, ya fuera el alquiler o la hipoteca, así como para formalizar el contrato de arrendamiento. En realidad, fueron muchos más los que solicitaron las ayudas, tantos como 6.958 personas, aunque es evidente que muchos quedaron fuera por no cumplir los requisitos de los distintos programas. Al final, el número total de beneficiarios fue un 33% superior al del ejercicio anterior. Y está claro que no se confía en que las cosas mejoren a lo largo de 2010, ya que el presupuesto de la empresa, el área municipal que más ha visto crecer sus cuentas para este año de recortes en casi todos los departamentos, ha aumentado un 19,10% y el programa concreto de ayudas al alquiler subirá un 43%. Se pretende con ello poder otorgar 970 nuevas ayudas.
Lo podrá hacer, entre otras cosas, porque desaparece en este ejercicio la ayuda al pago de la hipoteca. El concejal del área, Francisco Santianes, confirmó que se elimina porque han cambiado las condiciones. Cuando el plan se puso en marcha el euríbor había subido por encima del 4% y empezaba a dificultar a muchas familias de la ciudad el pago de sus cuotas al banco. Este programa fue objeto de más de un cambio. Hubo que ajustar algunas condiciones en 2009, después de haber flexibilizado las condiciones un año antes. En 2008 se había producido un auténtico aluvión de peticiones de ayuda y los 100.000 euros que se habían reservado en un principio quedaron pronto escasos. El temor a que el programa se desvirtuara (ya que, entre otras cosas, el límite de ingresos estaba en 1.800 euros), se limitó la cuota de amortización, que no podía ser más del 50% de los ingresos, y el precio máximo de la vivienda se estableció en 194.346 euros.
Pero las cosas han cambiado. Ahora, los intereses han vuelto a bajar de forma más que considerable y los responsables municipales han decidido suprimir ese programa, que el año pasado contó con un presupuesto de 330.000 euros. Ese dinero, explica Santianes, ahora será destinado a la ayuda al pago del alquiler, que es el epígrafe más demandado por los gijoneses, con muchísima diferencia.
El resto de programas se mantiene, y se esperara que la demanda siga aumentando, como aumentaron durante 2009 todas las cifras. Exactamente, un 39% los beneficiarios de la ayuda al alquiler (que fueron más de 2.500 personas) y un 41,7% el importe dedicado a este programa. Un 45% los que obtuvieron ayuda a la formalización del contrato (583 personas), y un 32,5% el importe. Y un 17%, quienes consiguieron que la empresa municipal aportara parte de su cuota de hipoteca (385 gijoneses).
Déficit a final de año
En total, se repartieron 3,2 millones de euros entre estos tres programas y el de las ayudas a los estudiantes, el único que el año pasado redujo las peticiones y, por lo tanto, el dinero repartido (en total, 166 jóvenes, frente a los 211 de 2008). La cuantía total de las ayudas está casi un millón de euros por encima del ejercicio anterior (cuando el total fue de 2,3 millones) y es nada menos que un 115,80% de lo que estaba previsto.
Porque cuando arrancó el ejercicio los responsables de la concejalía se habían marcado la meta de las 3.215 personas y los 2,7 millones de euros. La primera cifra ascendió a 3.650 y la segunda, como queda dicho, a 3,2 millones. Y, a pesar de los 300.000 euros sumados en verano, el año acabó con déficit en el programa de ayudas que más demanda tiene, el del pago al alquiler, ya que la intención fue siempre que ninguna petición que cumpliera todos los requisitos quedara sin atender. Si al principio del año se calculaba llegar a 2.315 personas en este programa, finalmente se llegó a 2.516, y si se preveía repartir 2,2 millones de euros, se repartieron más de 2,5.