Zapatero promete dar la batalla en Europa para prolongar las ayudas al carbón asturiano

Zapatero en su intervención en la fiesta minera De Rodiezmo
Propone un pacto de Estado sobre energía que asegure el futuro de la minería a través de tecnologías 'limpias'
Reforzará la política social y anuncia una subida de las pensiones mínimas, pero sin concretar la cuantía
La política social es la tabla de salvación a la que se aferra José Luis Rodríguez Zapatero para capear los peores momentos de la crisis y minimizar el inevitable desgaste que los malos datos económicos generan sobre su Gobierno. El presidente abrió ayer el curso político en Rodiezmo machacando hasta la saciedad sobre el mismo mensaje: habrá más recursos para las ayudas al desempleo, las pensiones y la educación, en el marco de un sistema de protección social que se verá «reforzado» para amortiguar el impacto de la recesión. Zapatero puso además sobre la mesa dos pactos de Estado, con el PP como principal destinatario. Uno, sobre educación. El otro, sobre energía. El segundo afecta directamente a Asturias, en la medida en que el jefe del Ejecutivo defendió que el carbón autóctono siga siendo pieza importante de la estrategia energética nacional, al tiempo que se comprometió a dar la batalla en Europa para prolongar las ayudas a la minería.
Su reflexión sobre el futuro del carbón fue una de las escasas alusiones a Asturias y al Noroeste español, en el marco de un discurso marcadamente nacional que pivotó sobre la crisis, sus consecuencias y sus posibles soluciones. La fiesta minera de Rodiezmo, organizada por el SOMA-FIA-UGT en la campa leonesa, sirvió a Zapatero para exponer sus prioridades para un 2010 «duro y difícil» en el que, según sus previsiones, España comenzará a mostrar claros síntomas de recuperación económica «al mismo ritmo que el resto de los países de la UE». Aunque en el PP, criticó, «algunos se froten las manos pensando que no será así».
En su oferta de pacto al principal partido de la oposición, el presidente hizo hincapié en el capítulo energético. Habló de la necesidad de un gran acuerdo nacional, con horizonte en el año 2020, que permita al país y a las empresas trabajar «con certidumbre». Y en esa estrategia a medio y largo plazo «estará, sólo faltaría, el carbón» asturiano, dijo, volviéndose y dirigiendo su mirada al secretario general del SOMA, José Ángel Fernández Villa.
Zapatero aportó alguna concreción más. Dijo que el futuro de la minería pasa por el desarrollo de las tecnologías 'limpias', por la captación del dióxido de carbono, «para que el carbón no sea tan contaminante». Y adelantó que aprovechará la presidencia española de la UE, en el primer semestre del año que viene, para «apoyar y defender» el carbón autóctono. En la práctica, ello supone el compromiso de pelear para prolongar las ayudas estatales que en estos momentos recibe el sector minero, esenciales para su supervivencia.
Zapatero, además, precisó que la compra por parte de Hunosa del carbón que hasta ahora adquiría Endesa es una solución «provisional» al problema generado por la crisis, y agregó que en enero se alzará una salida «definitiva».
A partir de ahí, la intervención del presidente, respaldado desde la tribuna por la secretaria de Organización socialista, Leire Pajín, y por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, combinó análisis de la crisis y defensa de las políticas sociales a partes iguales. «Habrá recursos para llegar a quienes más lo necesitan, no retrocederemos», señaló el presidente, que, como hace todos los años, aprovechó el acto de Rodiezmo para anunciar que las pensiones mínimas ganarán poder adquisitivo en 2010. Pero, a diferencia de ocasiones anteriores, no concretó en qué porcentaje, escudándose en que es algo a negociar en próximas fechas.
Prometió también becas más cuantiosas y más beneficiarios, dentro de un pacto educativo al que instó a sumarse al PP. «Que, por una vez, piense más en servir a su país que en la crítica política», retó Zapatero a Mariano Rajoy, al que afeó que centre su estrategia en el desgaste del Ejecutivo, sin aportar «ni una idea, compromiso o propuesta».
Crédito a las empresas
Zapatero equiparó a España a países como Francia o Alemania a la hora de apuntar al próximo ejercicio como primera etapa de salida del agujero económico. Para ello, anunció nuevas líneas de crédito para ayudar a las empresas ante las reticencias de los bancos a abrir el grifo de los préstamos. Y, en este contexto, justificó la subida de impuestos. «Muchos ciudadanos dirán 'sí' a aportar un poco más para ayudar a quienes menos tienen a sobrellevar esta situación», afirmó.
En el marco de esa política social que se librará de los recortes que el presidente proyecta para otras áreas de su Gobierno, hizo algunas matizaciones. Aseguró que mantendrá la ayuda de 2.500 euros a la maternidad, y garantizó recursos adicionales para aplicar la ley de dependencia, un asunto en el que Asturias es «ejemplo» para el resto de comunidades por el «gran esfuerzo» que desarrolla en este campo.
Rodríguez Zapatero, que destacó que la deuda española es «baja» en comparación con la media de la Unión Europea, resaltó que existe la suficiente «fortaleza» para asumir este cuantioso gasto social y, a la vez, avanzar en un nuevo modelo productivo «más sostenible y menos especulativo», que se plasmará en la nueva Ley de Economía Sostenible. Y, por último, apeló al diálogo social y elogió la «responsabilidad» de los sindicatos. «Ojalá pudiera decir lo mismo de otras instancias», remató, aludiendo, sin nombrarlos directamente, a los empresarios.