La nueva Ordenanza Municipal de Convivencia Cívica de Oviedo prevé multas de entre 1.501 y 3.000 euros para los menores que participen en botellones en la calle. Tiene como objetivo principal «preservar los espacios públicos como lugares de convivencia y civismo».
Además de la mendicidad, la prostitución y las pintadas, regula el consumo de alcohol en la calle. El capítulo VI está dedicado a este aspecto, que ha sido objeto de protestas vecinas en los últimos tiempos. La ordenanza trata con especial rigor los botellones con «presencia de menores», considerados falta muy grave y sancionados con de 1.500 a 3.000 euros.
La «convocatoria, concentración o asistencia» a un botellón se saldará, en el resto de los casos, con un apercibimiento la primera vez. La «persistencia», con de 10 a 750 euros; si, además, se dificulta la labor de la Policía Local o el Cuerpo Nacional de Policía, la sanción pasa a ser de 750 a 1.500 euros. ¿Qué es un botellón? La norma lo precisa: «la concurrencia de tres o más personas» bebiendo.
Para proteger la salud y la higiene, la norma incluye entre el capítulo de actividades incívicas y sancionables «efectuar necesidades fisiológicas como orinar, defecar o escupir» en los lugares públicos. Se sanciona con entre 10 y 750 euros. La multa se endurece, falta grave y de 750 a 1.500 euros, si se es reincidente o si donde se micciona, defeca o escupe es un edificio protegido o sus proximidades o un lugar frecuentado por menores.
Además, cualquier pintada será falta leve (de 10 a 750 euros de multa); grave, si se hace en parques, sobre autobuses, señales o edificios municipales (de 750 a 1.500), y muy grave si el lugar es un edificio protegido.
